Varios bañistas tuvieron que ser hospitalizados por las mordeduras de víboras en dunas de playas de Ferrol

Bea Abelairas
B. abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

cesar toimil

Un joven notó un pinchazo en el pie mientras paseaba por un camino de Santa Comba, otra persona solicitó asistencia por una herida en una mano y días antes hubo otro incidente similar en Perbes

20 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Varios bañistas tuvieron que ser atendidos de mordeduras de víboras en las playas de  Ferrol. Uno de ellos casos fue David Medín, un joven que el sábado paseaba por un camino del arenal de Santa Comba cuando notó un pinchazo que rápidamente se inflamó y le obligó a estar hospitalizado todo el domingo. Casi a la vez otra persona solicitaba asistencia por otra herida en una mano y días antes hubo otro incidente similar en Perbes.

Medín tiene 18 años y cuenta que iba por un camino (visible y ya trazado, no entre las dunas) de Santa Comba, cuando sintió una molestia: «Como si me hubiese clavado un tojo, nada importante, pero cuando me senté en la toalla ya tenía dos agujeros negros en el pie y, en nada, la pierna se puso fatal», cuenta. Eran las seis y media cuando la víbora le clavó sus colmillos, pero no se sintió tan mal como para llamar a la ambulancia hasta una hora después. «Cuando llegué al Arquitecto Marcide me ingresaron en urgencias y probaron con antibióticos y calmantes para el dolor, me dijeron que tenían que esperar a las pruebas para saber si era esta especie», explica el joven, que ayer aún no podía moverse y que reconoce que pasó angustia esperando los resultados: «Me pusieron el antídoto y me dieron el alta a las 12 de la noche del domingo».

Fuentes hospitalarias explican que en estos casos se observa al paciente para acotar el tipo de medicamento en función de la gravedad de la mordedura. Aún no han podido contabilizar el número de accidentes causados por culebras el pasado fin de semana.

Desde la Sociedade Galega de Historia Natural (SHGN) dicen que el domingo por la mañana otro afectado les envió fotos de otra mordedura para preguntar el origen: «É posible que sexan de víbora, porque esta especie está asentada nas praias da zona».