Varios bañistas hospitalizados por picaduras de víboras en las playas

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

cesar toimil

Los ataques tuvieron lugar en arenales de Santa Comba y Perbes

20 jun 2017 . Actualizado a las 22:54 h.

Varios bañistas que se acercaron a las playas de la comarca tuvieron que ser atendidos de picaduras, muchas de ellas de víboras. Uno de los casos fue el de un joven que paseaba por un camino de Santa Comba cuando notó un pinchazo y que estuvo hospitalizado por esta causa hasta el domingo a media noche. Casi a la vez otra persona solicitaba asistencia por una mordedura en una mano y el domingo por la mañana se registraba otro incidente similar. Además, en días pasados otra persona estuvo ingresada en el Marcide por la misma causa.

Fuentes del Complejo Hospitalario Universitario explican que no han podido contabilizar el número de accidentes causados por estas culebras, ya que el protocolo agrupa todas las picaduras graves sin distinguir la causa. Además, desde la Sociedade Galega de Historia Natural reconocen que el domingo por la mañana otro afectado les envió fotos de otra mordedura para preguntarles el origen. «É posible que sexan de víbora, porque esta especie está asentada nas praias de Covas», precisan desde la SGHN.

Los servicios de emergencias recomiendan que ante cualquier sospecha se alerte cuanto antes al 061 y recuerdan los antídotos se deben administrar en el centro hospitalario.

«Sentí un pinchazo, vi dos agujeros negros y al poco rato ya tenía la pierna fatal»

David Medín estuvo el sábado y el domingo ingresado después de que una vívora le mordiese en Santa Comba

La Voz

David Medín Fernández tiene 18 años y el sábado paseaba por un camino (ya trazado, no entre las dunas) de Santa Comba, cuando sintió un pequeño pinchazo: «Como si me hubiese clavado un tojo, nada importante, pero cuando me senté en la toalla ya tenía dos agujeros negros en el pie y, en nada, la pierna fatal», cuenta. Eran las seis y media cuando una víbora le clavó sus colmillos, pero no se sintió tan mal como para llamar a la ambulancia hasta una hora después. «Cuando llegué al Marcide me ingresaron en Urgencias y estuvieron probando con antibióticos y calmantes para el dolor, me dijeron que tenían que esperar a las pruebas para saber si era esta especie», explica un joven que ayer aún no podía moverse. «Me pusieron el antídoto y me dieron el alta a las 12 de la noche del domingo, algo que no pudimos entender», critica.

Desde el área sanitaria explican que este es el protocolo que se sigue en estos casos: primero se mantiene en observación al paciente para evaluar la gravedad de la lesión y para determinar el antídoto, de forma que se puedan minimizar los posibles efectos secundarios. 

Dolor, hinchazón y un día entero de incertidumbre

Desde el sábado, cuando le picó la víbora, David Medín Fernández, sufre dolor y las molestias de tener la pierna muy hinchada, aunque tanto él como su novia, Paula Salutregui, reconocen que pasaron casi 30 horas de angustia mientras en el servicio de Urgencias del CHUF no les confirmaban el diagnóstico y les ponían la medicación.