La familia de la víctima solicita que se amplíe la pena impuesta al «Moracho»

FERROL CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

La defensa del condenado pidió su puesta en libertad pero fue desestimada

16 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El patriarca ferrolano Manuel Salazar Conchado conocido por el alias del Moracho, continúa en la cárcel tras haber sido condenado a la pena de cuatro años y tres meses de prisión por el homicidio del vecino de A Coruña Jesús Rivero Conchado, el Algarrobo. Y a pesar de haber cumplido ya un año y cuatro meses, a su avanzada edad -tiene 75 años- y a que, según la defensa, su estado de salud es delicado, no se prevé que pueda quedar en libertad en breve plazo, porque la Audiencia coruñesa ha rechazado la petición en tal sentido formulada por su abogado.

Por su parte, la acusación particular, ejercida por la familia de la víctima, con la representación letrada del abogado José Ramón Sierra, ha recurrido la sentencia, solicitando que se le eleve la pena a, al menos, diez años de prisión. La vista de apelación ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) todavía no se ha fijado, pero se cree que ya quedará hasta después del verano. En el supuesto de que el recurso no se resolviese a su favor, la acusación particular se muestra dispuesta a llegar hasta el Tribunal Supremo, por entender que la pena de cuatro años y tres meses no se corresponde con el apuñalamiento mortal de Jesús Rivero, ocurrido el 12 de marzo del 2016 en un restaurante de Ferrol, en la fiesta de cumpleaños de un niño en la que participaban cerca de 500 personas.

Los argumentos de la apelación se centran en que el Moracho fue condenado por un homicidio preterintencional, porque el jurado popular entendió que no tenía intención de causarle la muerte a la víctima, y la acusación particular pretende que se modifique la pena y se le castigue por un delito de homicidio doloso. Se fundamenta en las propias pruebas que se vieron en el juicio, con especial incidencia en las grabaciones de las cámaras de seguridad del restaurante, en las que, desde su punto de vista, se ve claramente que Jesús Rivero no se cayó sobre el arma blanca, sino que fue acuchillado, así como en las declaraciones de los forenses.

En espera de que se celebre la vista de apelación, la familia del fallecido sigue reclamando justicia, mientras que el clan del Moracho se muestra indignado por el hecho de que, tras haber cumplido casi un tercio de la pena, no salga de prisión.