La ópera toma las aulas de la comarca

beatriz antón FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

cesar toimil

Dos profesores americanos imparten en el Jofre un curso que permitirá llevar a nueve colegios un programa que obra milagros en los niños a través del montaje de obras musicales

20 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Mary Ruth McGinn y Peter Hoyle dan clase de educación primaria en dos colegios de Maryland y Nueva York, pero esta semana sus alumnos no son pequeñajos de menos de 11 años, sino un buen puñado de maestros de la comarca. Invitados por el Centro de Formación y Recursos (CFR) y contando con el apoyo del Concello de Ferrol, estos dos profesores han tomado la sala de ensayos del teatro Jofre para impartir un curso de formación que termina hoy mismo y en el cual un total de 26 maestros de la zona han podido descubrir todos los secretos del proyecto LÓVA (La Ópera Vehículo de Aprendizaje), un original programa educativo que persigue motivar a los niños y despertar sus habilidades sociales y emocionales a través del montaje de una obra musical a lo largo de todo el curso.

Hasta el momento, solo el CPI San Sadurniño y As Mirandas de Ares desarrollaban este proyecto en Galicia, pero a partir del próximo curso, gracias a la formación que imparten McGinn y Hoyle en el Jofre, otros siete centros de la comarca podrán experimentar en sus aulas lo que LÓVA es capaz de provocar en los alumnos: el Lestonnac y el San Xoán de Filgueira de Ferrol, el Manuel Fraga de Cariño, O Ramo de Fene, el IES Punta Candieira de Cedeira, el CEIP Piñeiros de Narón y el colegio San José de Pontedeume.

«Es una suerte haber podido contar con este curso en Ferrol, porque desde que el proyecto LÓVA llegó a España hace ya una década, solo se impartía en el Teatro Real de Madrid», comentaba ayer satisfecho José Sordo, miembro de la junta directiva del CFR.

Pero, ¿en qué consiste exactamente el proyecto LÓVA? Pues, según explica Mary Ruth McGinn -la profesora que trajo el «invento» a España en el 2006, gracias a una beca Fulbright-, el programa se basa en el montaje de una obra musical a lo largo de todo el curso. Pero, en esa tarea, son los niños -y no los profesores- los que deben ocuparse de todo: desde la escritura del libreto hasta la iluminación, pasando por la selección y dirección de los intérpretes o la elaboración de los decorados. Sin embargo, la búsqueda del aplauso no es lo más importante en esta empresa. «El proyecto LÓVA no se centra en el resultado final de la obra, sino en todo el proceso de trabajo que hay antes del estreno», anota McGinn.

Y es que, partiendo de intereses comunes y de lo que les «toca» emocionalmente, los alumnos deben elegir el tema de su ópera y, a partir de ese momento, trabajar codo con codo para llevarla a buen puerto. «El proyecto es como la vida real y, como en la vida real, los niños tienen que aprender a colaborar y resolver obstáculos», explica McGinn.

Autoestima

Pero esas no son las únicas bondades de LÓVA. Para los maestros María Vázquez y Juan Fernández, que llevan ya cuatro años desarrollando el proyecto en las aulas de primaria del CPI San Sadurniño, la experiencia ha supuesto un auténtico chute de autoestima para sus alumnos. «Al quedar todo en sus manos, los niños se dan cuenta de que son capaces de hacer muchas cosas y eso aumenta la confianza en sí mismos», comenta Mar López, otra profesora del centro involucrada en el proyecto.

¿Y qué opinan de toda esta historia sus protagonistas? La respuesta la tienen los niños del CPI San Sadurniño, que ayer acudieron al Jofre para ofrecer su testimonio a los profesores que próximamente desarrollarán el programa en las aulas de Ferrolterra. Adrián asegura que el proyecto le sirvió para saber cómo enfrentarse a los problemas y «trabajar en equipo», mientras que Eneko se queda con la emoción de haber podido representar su obra en el Jofre y Nerea cuenta que gracias a LÓVA hizo muchos amigos y aprendió a compartir sus sentimientos. Y de la boca de Noa Cortizas, que hace ya un año que vivió la experiencia, sale una frase reveladora -«yo aprendí que si uno cae, caemos todos»-, aunque tal vez no tanto como la que pronuncia su madre, Mariola. «O máis sorprendente para mín foi a motivación. Noa marchaba cada día ao cole chea de ilusión e, ademais, mellorou moito as notas».