Presentaron 1.656 firmas y promueven una asociación gallega
25 jul 2017 . Actualizado a las 22:12 h.«Sentímonos desatendidos pola administración, porque a lei di que aos enfermos mentais que están a cargo das familias se lles proporcionarán os medios necesarios para atendelos e aquí son inexistentes». Lo manifiesta Luz -prefiere no dar su apellido, por su hijo-, madre de un joven de 29 años con enfermedad mental con el que tuvo que trasladarse a una casa de campo, dejando su trabajo, para que él esté más tranquilo. Esta mujer se pregunta «a onde vai ir o meu fillo o día que non poidamos atendelo» y añade que la respuesta que recibió de la administración es «ya se buscará algo». Indica, asimismo, que ya solicitó en varias ocasiones asistencia domiciliaria para su hijo, porque cuando lo saca de casa se altera mucho, pero asegura que se la niegan, cuando es algo que está establecido que los pacientes puedan ser asistidos en sus domicilios.
La misma interrogante de qué pasará en un futuro está en boca de otros padres, de setenta años o más, con hijos en las mismas condiciones que el de Luz. Es el caso de José García Fernández, con un hijo de 48 años que sufrió muchas crisis, por lo que requiere un cuidado constante.
José Manuel Fonte también tiene a su cargo un hijo de 48 años con esquizofrenia paranoide, cuando tiene controlada la medicación está bastante bien, «porque tiven sorte e teño un bo médico», apunta, añadiendo que casi todos los enfermos mentales son agresivos, incluso para sí mismos, cuando tienen brotes.
Estos son algunos de los padres que acaban de presentar en el edificio de la Xunta en Ferrol un escrito dirigido al presidente gallego, Alberto Núñez Feijoo, acompañado de 1.656 firmas. Decidieron aunar los esfuerzos que desde hace años vienen realizando por separado, a raíz de unas jornadas sobre salud mental que celebró el PSOE de Fene. Ahora tienen la pretensión de constituir una asociación de familiares de enfermos mentales de ámbito gallego.
A su modo de ver, la reforma sanitaria anunciada para el área de Ferrol los ha dejado totalmente abandonados, porque no se prevé ninguna mejora de la Unidad de Salud Mental, que consideran debe dotarse de más medios y más personal.
Les ha sorprendido y defraudado todavía más la noticia de que el hospital Novoa Santos se va a destinar a la docencia a través de un convenio con la Universidad y que para la reforma del Arquitecto Marcide se van a trasladar servicios durante las obras al Hospital Naval. «Esto no solo significa que no se ha planteado en ningún momento ampliar los servicios de Psiquiatría, sino que incluso se verán reducidos», indican los padres, añadiendo que sospechan de una privatización encubierta del servicio, con la delegación de competencias de la administración en centros y asociaciones privados.
Para los familiares de los enfermos, la solución pasaría por la ampliación del hospital de día y la utilización de parte del Novoa Santos para terapia ocupacional y tratamientos de estos pacientes. Entienden que no supondría un gran desembolso, porque el edificio ya está, y añaden que incluso se podría crear una miniresidencia.
En la actualidad, el hospital de día de la Unidad de Salud Mental solo puede atender un máximo de 20 pacientes. «Alí están hacinados, nunha sala de estar que non chega a dez metros cadrados e só hai vinte camas, polo que cando chega unha urxencia teñen que dar de alta a outro», apostillan los padres.