El portaviones desaparecerá en tres meses

FERROL CIUDAD

José Pardo

La intención es que el «Príncipe de Asturias» salga de Ferrol en la segunda semana de agosto toda vez que Turquía ya ha dado luz verde a su llegada

27 jul 2017 . Actualizado a las 13:49 h.

Ahora sí que el Príncipe de Asturias puede ir haciendo su maleta y despidiéndose de sus allegados en Ferrol, porque su adiós a la ciudad será inminente. La empresa encargada de su desguace, la madrileña Surus Inversa -en alianza con el operador turco Leyal Demtas-, ya tiene en su mano la autorización tanto del gobierno español, como había informado anteriormente La Voz, como del turco. Por lo tanto, tan solo faltan los últimos flecos, que deberían estar listos en un margen de dos semanas.

La previsión de Surus es de que antes del ecuador de agosto, en la semana que comienza el día 7, el portaviones deje el muelle que lleva ocupando más de cuatro años. El remolque hasta Turquía durará cerca de 15 días y, una vez allí, la conversión en chatarra no se extenderá mucho más de mes y medio. Sumando todas esas cifras provisionales y teniendo en cuenta algún imprevisto, el Príncipe de Asturias podría dejar de existir en unos tres meses contando desde este momento.

La semana pasada tuvo lugar en Ferrol una reunión entre la firma madrileña y la Armada española que, aun habiéndose desecho del buque por 2,7 millones de euros, sigue teniendo derechos sobre él. Las conversaciones entre ambas partes estuvieron enmarcadas en la coordinación de las fechas de salida. Además, Surus también está en contacto con Capitanía Marítima, con la Autoridad Portuaria y con la empresas, locales y externas, que se encargarán del remolque. La compañía enviará a varios responsables ya la próxima semana, con el fin de cerrar todo para la siguiente.

A pesar de que se sabe desde el mes de febrero -aunque no de forma definitiva- que el consorcio Surus-Leyal se encargaría del desguace, los plazos no han ido tan rápido como desearían esas firmas privadas y el Ministerio de Defensa. Además de las mencionadas autorizaciones tanto de España como de Turquía, también Estados Unidos tuvo que dar luz verde al contrato. De hecho, Surus definió el proceso como «complejo» y diversas fuentes han reiterado en varias ocasiones su «envergadura».

Un potente remolcador lo llevará hasta la costa turca de Aliaga 

El portaviones tiene 195,9 de eslora y 25 metros de manga. A plena carga, pesaba 16.900 toneladas y, según los pliegos técnicos, tiene ocho millones de kilogramos de materiales útiles. Cifras todas ellas astronómicas, sobre todo para la época en la que fue construido, hace 35 años. Por todo ello, el remolque del Príncipe de Asturias, buque insignia de la Armada hasta la llegada del Juan Carlos I, no será como otro cualquiera. 

Entre tres y cinco remolcadores, estos locales y de bajo porte, se encargarán del llamado remolque de bajura, hasta que el buque salga a alta mar. Allí serán relevados por un potente remolcador, que lo llevará hasta Turquía. La estimación es de que, en total, el transporte del gigante vacío dure cerca de dos semanas, «entre doce y trece días», apuntan fuentes de Surus. Ahora bien, todo depende del clima, que ahora es bueno, pero que podría variar en cualquier momento. La franja del Mediterráneo tras el Atlántico es la más delicada. En el documento que recogerá el itinerario, todavía por confirmar, se establecerán varios «puertos seguros» por si fueran necesarios. 

Elección de la empresa

El consorcio hispano-otomano todavía tiene pendiente de establecer una empresa que posea el citado remolcador para el traslado en altura. Se decantará en los próximos días por el que tenga disponibilidad entre una española, una griega y una finlandesa, tres de las compañías que entran en el mercado de remolque de buques de gran envergadura.

El portaviones llegará a Aliaga, uno de los nudos de desguace más importantes a nivel internacional. Allí existen casi una decena de centros bañados por el mar Egeo dedicados a las labores de conversión en chatarra. Una vez atraque, se llevará primero a cabo la retirada de los últimos residuos existentes en su interior -identificados en Ferrol- y, posteriormente, se iniciará el corte de chapa, que convertirá al buque en un amasijo de hierros.

Surus ya coordinó en marzo el desguace en el mismo lugar del Illustrious y, en el 2011, del Invincible, dos portaviones británicos.