Los cinco asesinatos sin resolver que aún planean sobre Ferrol

Elba de la Barrera Agulló
E.Barrera FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Sofá en el que apareció el cuerpo de Amalia Orjales, vecina de Serantes.
Sofá en el que apareció el cuerpo de Amalia Orjales, vecina de Serantes. RODRIGO R. ARDA

En julio se cumplirán tres décadas desde el apuñalamiento múltiple a Amalia Orjales en su casa de Serantes, el caso más antiguo sin respuestas en la zona

22 jun 2023 . Actualizado a las 20:12 h.

Cinco casos sin resolver son las espinas que permanecen clavadas entre los profesionales que ejercieron en la comisaría de Ferrol- Narón en las últimas tres décadas. Precisamente en apenas unos días, el 5 de julio, se cumplirán 30 años desde el más antiguo. El asesinato de Amalia Orjales, vecina de Serantes de 67 años de edad, que fue acuchillada en más de una veintena de ocasiones en su domicilio de Los Corrales mientras veía la tele. Su cadáver fue descubierto doce horas después sobre un gran charco de sangre por un sobrino que acudiera a visitarla para recoger un cupón de la Once que ella solía comprarle. A pesar de que las investigaciones policiales estrecharon el cerco sobre varios sospechosos, las limitaciones técnicas de la época impidieron dar con la identidad de la persona que privó a Amalia de su bien más preciado, el de la vida.

Y es que, según trasladó la policía después del trágico suceso, el principal móvil del asesinato habría sido sustraer a esta vecina de Serantes las 300.000 pesetas que ocultaba en su casa y que finalmente aparecieron en el interior de una manta eléctrica. Al verse sorprendido en la busca el asaltante se ensañó con la víctima y le asestó una veintena de puñaladas en la espalda y en el cuello, causándole la muerte. La contaminación de la escena del crimen impidió a los agentes a cargo de la investigación aislar alguna huella que les condujese hasta el responsable de una muerte violenta que conmocionó a la parroquia. Las pruebas de ADN era todavía infrecuentes en España en aquel entonces y el caso de Amalia Orjales continúa siendo, a día de hoy, parte de un puzle incompleto. 

Tiroteo en una gasolinera de Cabanas

Féretro con el cuerpo de Miguel Ángel, abatido a tiros en una gasolinera de Laraxe.
Féretro con el cuerpo de Miguel Ángel, abatido a tiros en una gasolinera de Laraxe. CESAR QUIAN

Unos años después, a punto de entrar en el nuevo milenio, un nuevo caso de violencia agitó a la comarca. Miguel Ángel Sánchez Bouza, de 26 años, fallecía en la gasolinera de Laraxe en la que trabajaba abatido a tiros. A las 22.30 horas de una noche de febrero de 1999, el trabajador realizó una llamada a su domicilio familiar que tuvo que interrumpir por la llegada de un cliente. Sería la última vez que los suyos escucharían la voz de Miguel Ángel. Un proyectil alojado en el cerebro, dos en el tórax, otro que logró atravesar el brazo derecho de la víctima y uno en el abdomen evidencian en el ensañamiento de los responsables del crimen.

El joven se debatió durante dos días entre la vida y la muerte. Finalmente falleció en el hospital a causa de las heridas de bala. Una de las líneas de investigación sobre las que se trabajó entonces fue también el móvil del robo. Faltaban unas 100.000 pesetas de la caja de la gasolinera, aunque el entorno familiar de la víctima apuntaba a una relación sentimental anterior de la misma con una mujer que trabajaba en un club de alterne como una vía a explorar. A pesar de que llegaron a producirse hasta tres detenciones, el juez acabó dictaminando el archivo de la causa ante la falta de pruebas concluyentes.

Estacazo a la salida de la discoteca Zebra

Entierro del portero de la discoteca Zebra Suso Pericas, que fue asaltado a su salida del trabajo.
Entierro del portero de la discoteca Zebra Suso Pericas, que fue asaltado a su salida del trabajo. JOSE PARDO

Otro caso sonado fue el asesinato del portero de la discoteca de moda Zebra, Suso Pericas, a su salida del trabajo, en el año 2006. Circulaba en su moto de vuelta a su casa cuando su atacante emergió de entre los coches y le propinó varios estacazos en la cabeza. Pese a que los hechos tuvieron lugar pasadas las 8.00 de la mañana y en un punto céntrico de la ciudad, los testigos citados a una rueda de reconocimiento no arrojaron luz sobre el crimen.

El único detenido, un varón de origen brasileño que fue escuchado alardeando de la autoría del asesinato en un bar, quedó en libertad por falta de pruebas. La muerte del portero fue declarada como accidente laboral por parte de las autoridades judiciales y la familia recibió una indemnización por valor de 21.000 euros.

Asalto a un indigente en O Inferniño

Punto en el que asesinaron al indigente en O Inferniño
Punto en el que asesinaron al indigente en O Inferniño José Pardo

Tres años después, en la madrugada del 2 de agosto del 2009, la muerte sorprendía a José Romero, un indigente de 40 años de edad, en las inmediaciones del centro cultural Carvalho Calero, en el barrio de O Inferniño. Fue un vecino el que localizó al varón, todavía con un halo de vida, rodeado de un charco de sangre. La marca de la huella de las pisadas de su potencial agresor fue el principal punto sobre el que pivotaron entonces las pesquisas de las autoridades.

Finalmente, tras tomar declaración a varios vecinos, resultó imposible poner rostro al responsable del apuñalamiento de este hombre originario de Neda

El último paseo de Elisa Abruñedo

Miembros de la Guardia Civil en la zona acordonada tras el hallazgo del cuerpo de Elisa Abruñedo.
Miembros de la Guardia Civil en la zona acordonada tras el hallazgo del cuerpo de Elisa Abruñedo. JOSÉ PARDO

El más reciente de los crímenes sin resolución en el área y sobre el que todavía se sigue trabajando es el de la gerocultora Elisa Abruñedo a escasa distancia de su casa de Cabanas. La mujer, de 46 años, fue hallada sin vida por un vecino horas después de haber salido a caminar en una zona de monte próxima a la carretera.

Hace cerca de un año, el pasado agosto, agentes de la UCO, la unidad encargada del asesinato de Diana Quer, se personaron en la localidad de Cabanas, con el objetivo de poder realizar nuevas pruebas forenses en el escenario de la violación y asesinato de Elisa. A esta última práctica se suman los diversos cribados de ADN realizados en distintas localidades de la comarca. Y es que, en este caso, los investigadores lograron aislar el perfil genético del asesino una vez localizado el cuerpo y estas muestras podrían arrojar una coincidencia que les condujese al culpable, que no consta en las bases de datos policiales.

Cinco sombras del crimen planean todavía sobre Ferrol y su área y sus responsables no recibieron condena por los citados hechos.Tan solo en este último asesinato existen todavía hilos de los que tirar para resolver el caso.