Dos centros de Ferrol tendrán que baremar por la bajada de la ratio en las aulas

BEATRIZ ANTÓN FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

Aunque la demanda de plazas para 3 años ha bajado de forma global, la reducción de 25 a 20 niños por clase ha dejado fuera a varios escolares en el Ludy y el Ponzos

13 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

A pesar de que los últimos datos reflejan una cierta contención en la sangría poblacional que padece Ferrol desde hace décadas, lo cierto es que la bajada de la natalidad de los últimos años sigue haciendo mella en las aulas de los colegios de la urbe naval, y muy especialmente, en las de Infantil. Un dato que lo avala es el número de solicitudes de plaza para niños de 3 años (cuarto de Infantil) que han registrado los centros educativos de la ciudad para el próximo curso 2024-2025. Según la información facilitada por los colegios, se han presentado un total de 330 solicitudes para ese nivel educativo, lo que supone 13 menos que las registradas la primavera pasado. Sin embargo, si entonces ningún colegio se vio obligado a baremar —porque en todos los casos la oferta de vacantes superaba la demanda—, en esta ocasión dos centros sí lo han tenido que hacer: el CEIP Ponzos y el concertado Ludy. ¿A qué se ha debido esto? Pues ni más ni menos que a la bajada de la ratio de alumnos por aula, que pasa de 25 a 20 a partir del próximo curso.

Por eso el Ponzos ha tenido que dejar fuera a cinco niños, mientras que el curso pasado, con el mismo número de solicitudes (un total de 25) pudo aceptar a todos. Más ha sorprendido la demanda registrada en el colegio Ludy, donde la primavera pasada recibieron 15 solicitudes y este año se elevaron a 22, por lo que el centro se ha visto obligado a baremar. «Nos da pena por esos dos niños a los que tuvimos que decir que no, pero por otra parte estamos muy contentos, porque que aumente la demanda tal y como está la natalidad no es nada fácil. Pensamos que se debe a que somos un colegio muy familiar, en el que toda la plantilla está muy implicada para ofrecer una atención personalizada y donde todos los niños se integran muy bien, vengan de donde venga», apunta la directora, Raquel Pérez.

Tirso y Cruceiro, a la cabeza

Al margen del Ponzos y el Ludy, ningún colegio ha tenido que baremar. Como ya ocurrió el curso pasado, los once centros concertados han registrado más demanda que los diez públicos (199 frente a 131). Y a la cabeza del ránking siguen también los mismos centros que entonces: el Tirso de Molina, donde se han presentado 37 solicitudes para 40 plazas (seis más que el año pasado), y el Cruceiro de Canido, con un total de 27 (tres menos).

A pesar de que la demanda para cuarto de Infantil ha descendido de forma global, hay cuatro colegios, además del Tirso y del Ludy, donde las solicitudes han experimentado un ligero ascenso: el Juan de Lángara (12 frente a las 9 del año pasado), las Discípulas (17 frente a 12), Lestonnac (15 frente a 10) y San Xoán de Filgueira (16 frente a 10). «El profesorado se está formando en nuevas metodologías educativas, trabajamos por proyectos, tenemos 14.000 metros cuadrados de zona verde, dos patios, huerto, una zona para gallinas y conejos, rocódromo, servicio de madrugadores, comedor, transporte con cuatro líneas... Son cosas que cada vez se valoran más y por eso pensamos que la demanda ha aumentado», advierte la directora del San Xoán, Alexandra Sieiro.

Otros centros han mantenido sus cifras y un buen puñado de ellos las han visto mermar, como el Cruceiro de Canido (que ha pasado de 30 a 27 solicitudes), Cristo Rey (de 24 a 19), la Compañía de María (de 21 a 19), el Isaac Peral (de 26 a 11), el Ledicia (de 11 a 8), A Laxe (de 10 a 7), La Salle (de 20 a 15), San Rosendo (de 10 a 7) o el Ángela Ruiz Robles de Recimil (de 8 a 4). Con todo, son cifras provisionales. Las definitivas saldrán a mediados de mayo.