Una pareja de Aragón rescata un molino de 200 años con fábrica de papel en Neda: «Esto es la primavera eterna»

NEDA

Xavier Pujol y Lola Calderón, delante del molino de O Carrizo
Xavier Pujol y Lola Calderón, delante del molino de O Carrizo Carlos Carballeira

Xavier Pujol y Lola Calderón harán de O Carrizo un espacio de divulgación tanto ambiental como histórica, vivirán en la planta superior y se plantean producir harina

04 dic 2023 . Actualizado a las 20:39 h.

Como banda sonora de Neda, el murmullo del río Belelle impera en el antiguo molino de O Carrizo. Junto a este edificio de dos siglos de historia, se alzan restos de la antigua fábrica de papel. La gloria fabril de Neda y la gloria natural se muestran al mismo tiempo en esta finca de cinco hectáreas, rescatada por una pareja de Aragón. Los educadores ambientales Xavier Pujol y Lola Calderón, llegados de Jaca (aunque él nacido en Barcelona), crearán un espacio de divulgación tanto del molino, como de la fábrica de papel y de un ecosistema de gran riqueza. El proyecto incluye la posible producción de harina con investigación de variedades antiguas de cereal, o la habilitación de una zona de baño en un caño de agua junto a la casa en A Mourela Baixa: «El próximo verano haremos visitas interpretativas, aquí hemos encontrado una primavera eterna».

Las cuatro moliendas de O Carrizo
Las cuatro moliendas de O Carrizo Carlos Carballeira

De este espacio se enteraron Xavier y Lola por un anuncio, «queríamos cambiar al clima oceánico y nos encantó recuperar un patrimonio en degradación». La fábrica se cita en el diccionario de Madoz de 1849, aunque seguramente sea anterior. El molino es de la misma época, y en los 40 del siglo XX fue remodelado por Alejandro Mera O Carrizo. En la planta superior vivirán Xavier y Lola cuando terminen la reforma. «Nos dedicamos a poner en valor estos recursos con actividades que buscan la interacción», indica la pareja.

El río Belelle a su paso por el molino de O Carrizo y antigua fábrica de papel de Neda
El río Belelle a su paso por el molino de O Carrizo y antigua fábrica de papel de Neda Carlos Carballeira

Regresarán los animales, al igual que con el anterior propietario: «Ovejas, cerdos o gallinas; con sus productos y los de la huerta haremos degustaciones». Y para las visitas también interpretarán «una biodiversidad con la rana ibérica o patilarga, excelente bioindicadora de salud del ecosistema (donde vive hay salud y aquí está lleno de estas joyas); la salamandra común o la rabilarga, el tritón ibérico». Tienen un monte que reconvertirán en bosque autóctono: «Nos gusta ver cómo era esto por vecinos o fotos antiguas, el paisaje está muy degradado por los eucaliptos, estamos aprendiendo algo de gallego para nombrar a los ameneiros (alisos), bidueiros (abedules)». Y en su monte ya van asomando robles, castaños y abedules. 

Xavier y Lola en el interior del molino de O Carrizo
Xavier y Lola en el interior del molino de O Carrizo Carlos Carballeira

Cerca resuena la fervenza del Belelle, donde se bañaron en verano. De las cuatro muelas del molino, dos servían para harina de consumo humano y las otras para pienso. «Hemos encontrado al carpintero Pepe, de 91 años, que hizo el rodicio (la pieza que mueve el agua y que pone en marcha el molino), también hay vestigios de la fábrica como una pila de piedra donde se abatanaban las telas con las que se hacía el papel», indica Xavier. En esa factoría se hacían desde naipes a papel de estraza, el molino también suministraba harina a buques de la Corona española con base en la ría.

La pareja formada por Lola Calderón y Xavier Pujol en el molino de O Carrizo en Neda
La pareja formada por Lola Calderón y Xavier Pujol en el molino de O Carrizo en Neda Carlos Carballeira

La molienda terminó a finales de los 80 y O Carrizo dejó de habitarse en los 90. «Para nosotros es un reto, en Aragón tuvimos un proyecto similar y nos fue muy bien, me costó venir porque mis hijas viven allá pero esto es precioso», reconoce Lola. O Carrizo abrirá así en cuestión de meses para que las visitas conozcan este vergel llamado Neda.