Ganó Pedro

Manuel Couce DESDE LA ALAMEDA

PONTEDEUME

28 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ganó Pedro, y sobre esa piedra tendrá que levantar un PSOE en malas condiciones porque en su día llegó a la política un terremoto que sacudió el bipartidismo. Me refiero a Ciudadanos y Podemos, que produjeron un desplome muy serio en los dos tradicionales partidos. Para los socialistas fue de tal calibre que se llevó de mala manera a su secretario general, Pedro Sánchez, al que los suyos, de forma chapucera, obligaron a dimitir en una confabulación en la que le dejaron en minoría en la dirección del partido, y en un Comité Federal que pasará a la historia por la fobia antipolítica de militantes en desacuerdo, pero focalizados desde Andalucía.

Convertido el terremoto en maremoto nombraron una comisión gestora que se encargaría de convocar elecciones a secretario general y el congreso del partido. Como se sabe, se presentaron tres candidatos que recorrieron España por arriba y por abajo. Pedro Sánchez denunció esta situación y el apoyo de la gestora a los populares para que siguieran en el Gobierno, rodeados de corrupción por todas partes. Recordó que esto no lo hizo el Partido Socialista en más de 140 años de historia. Susana Díaz tardó en bajar a la arena política y basó su campaña en la pérdida de elecciones de Pedro Sánchez. Me cuentan que en Sevilla colocó unos carteles en los que aparecía ella y decían: «Yo, con Susana». O sea, Susana contaba con Susana. La aparición de Patxi López en campaña fue seguida con interés, pues mientras sus adversarios hablaban para su militantes, él se dirigía a los españoles, hasta que Pedro y Susana sacaban los carros de combate. En Galicia los militantes estuvieron de oyentes. No atrajo la mercancía intelectual de los candidatos. El más histriónico fue Abel Caballero, que presentó a Susana como un producto Pantoja, pues según él era la mejor. En esta comarca las agrupaciones socialistas han perdido sus sólidas raíces y los militantes parecen ser de ideas extraviadas, salvo los alcaldes de As Pontes, Pontedeume y Valdoviño, que tenían la papeleta de Pedro Sánchez atornillada. En suma, por estas latitudes estamos ante un partido literalmente desensamblado. Esperemos que después del congreso aparezca quien lo ensamble, y hasta entonces, como me dijo un militante: Vamos a llevarnos bien... En todo lo que haya que llevarse.