El turismo salva a Parada de Sil

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón OURENSE

FIRMAS

Santi M. Amil

La actividad empresarial no logra frenar la progresiva despoblación

06 may 2012 . Actualizado a las 00:26 h.

Pocos municipios pueden presumir como el de Parada de Sil de un patrimonio natural y arquitectónico de tanto atractivo. El monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, la pasarela de madera del río Mao en Barxacova y los balcones de Madrid ?que se llaman así precisamente por los muchos madrileños que los visitan? son solo un par de ejemplos, pero hay muchos más. Esa riqueza le ha permitido a este municipio disfrutar de una amplia red de negocios que viven de ofrecer alojamiento, comidas y alternativas de ocio. De hecho, en la capitalidad municipal de Parada cuando llega el invierno y es un día laborable hay casi más plazas hoteleras que vecinos.

Entre otras cosas, esa actividad empresarial contribuye a que el Concello de Parada de Sil sea uno de los pocos de la provincia que tienen su deuda a cero, según los datos de que dispone el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. El turismo también es esencial para que determinados servicios sigan en el municipio, que en su capitalidad dispone de centro de salud, farmacia, supermercado y estanco.

Hay, sin embargo, ciertas carencias típicas del rural ourensano. El autobús solo sale hacia la capital de la provincia tres veces a la semana porque no hay suficientes viajeros y, además, no hay colegio ni instituto, por lo que los jóvenes deben ser transportados a Castro Caldelas y Maceda.

Y es que ni siquiera el tirón turístico de Parada de Sil ha conseguido evitar el progresivo envejecimiento y despoblación del municipio. En el año 1960 el concello tenía, según el Instituto Nacional de Estadística, más de 3.000 vecinos. Hoy no alcanza los 700. Ese proceso parece no tener freno a juzgar por el saldo vegetativo registrado en el año 2010 ?el último con datos disponibles?, cuando en el ayuntamiento murieron 17 personas y no nació ninguna. Esa es la tragedia del rural.