Beade vive entre viñedos

Miguel Ascón Belver
Miguel Ascón OURENSE / LA VOZ

FIRMAS

La economía del municipio más pequeño de Ourense depende del vino

11 may 2012 . Actualizado a las 06:00 h.

Se mire a donde se mire, si uno está en Beade lo que ve son viñedos. Se trata del municipio más pequeño de la provincia en extensión, uno de los motivos que explica su escaso censo, que supera por poco el medio millar de habitantes. Tiene, no obstante, más densidad de población que la mayor parte de los ayuntamientos que figuran en la serie «Somos menos de mil» y esa no es la única diferencia. Aunque es un municipio eminentemente rural, la cercanía de Ribadavia y del enlace a la A-52 facilita la vida a sus vecinos, que pueden residir allí y trabajar en la capital, a menos de media hora en carretera, sin tener que hacer largos desplazamientos. Eso no ha impedido, sin embargo, que en los últimos treinta años su población se haya reducido en un tercio.

Durante todo ese tiempo el Concello ha estado gobernado por el mismo alcalde, Senén Pousa, uno de los personajes más llamativos de la política ourensana. Él hizo famoso en medios de toda España al municipio por sus misas en honor a Francisco Franco cada 20 de noviembre y quizás por ello sus vecinos son reacios a hablar ante la prensa. Los que no tienen problemas para ello apoyan, en su mayor parte, las fusiones de concellos tan de actualidad en estos momentos.«Non ten sentido ter un alcalde para dous pobos. Podiamos depender de Ribadavia», dice Cristian Villanueva, de 26 años, que matiza, no obstante, que en ese caso deberían mantenerse unas oficinas municipales en Beade.

Él, como la mayor parte de los vecinos del ayuntamiento, además de su trabajo convencional, tiene viñas que complementan sus ingresos. El municipio está en el corazón de O Ribeiro y el potencial vitivinícola de la comarca se aprecia a primera vista. Se ve en lo viñedos que rodean totalmente el pueblo, en las bodegas que tienen su sede allí y en el propio dinamismo de la economía local. Sin embargo, en los últimos tiempos cada vez resulta menos rentable la actividad de la viticultura, los precios de la uva no están garantizados y, si Beade pierde esos ingresos, su tejido económico se resquebrajaría.