Nacida para empuñar la raqueta

Aleixandre Méndez
Álex Méndez PONTEVEDRA / LA VOZ

FIRMAS

CAPOTILLO

A los 13 años, Eva Murio ya ha debutado en División de Honor en categoría absoluta

12 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«Vamos papá, que llegamos tarde». Son las cuatro de la tarde de un jueves cualquiera y Eva, de 13 años, ya espera impaciente la hora de empezar el entrenamiento. José Luis, su padre, la recoge para llevarla al Centro Especializado de Tecnificación Deportiva de Bádminton de A Estrada. Desde su casa en Cotobade hasta allí todavía le espera más de media hora de camino, pero ella solo piensa en llegar, coger la raqueta y la pluma y saltar a la pista.

Eva Murio descubrió el bádminton a los nueve años, y desde entonces no ha vuelto a soltar la raqueta. Había probado otros deportes antes, pero ninguno le enganchó como este. «Fui a tenis un verano, pero después empecé a jugar con mi padre a bádminton y me gustó mucho más», recuerda. José Luis le acompañó en sus primeros pasos, hasta que dos años más tarde se incorporó al Club Bádminton Rachaplumas de Vigo. Fue entonces cuando comenzó a participar en campeonatos regionales, y los resultados no tardaron en llegar. «Mi primera competición fue el campeonato gallego y ya quedé de tercera», cuenta.

Coleccionista de títulos

En solo dos años, Eva no ha parado de llenar su casa de medallas y trofeos. El año pasado se proclamó campeona gallega sub-13 y se impuso en un campeonato sub-15 -una categoría superior a la suya en aquel momento- disputado en Oviedo. Antes, ya se había colgado la medalla de bronce en el campeonato de España de dobles junto a una compañera en su primer año como sub-13.

A la vista de su proyección, este año se incorporó al Club Bádminton A Estrada y entrena en el Centro de Tecnificación, donde es la deportista más joven. Allí trabaja con compañeros con una larga trayectoria y con títulos nacionales a sus espaldas, pero lejos de arredrarse, esto le sirve para seguir creciendo. «Tengo mucha suerte, porque allí hay campeones de España, y entrenar con ellos me ayuda a mejorar el nivel», afirma.

Esta temporada es su primer año como sub-15, pero el cambio de categoría parece no haberle afectado en absoluto. «La verdad es que me he adaptado muy bien, porque ya he competido contra chicas a las que el año pasado no les ganaba y ahora ya he ganado a algunas», explica. De hecho, en las últimas semanas ya se impuso en un circuito de su categoría en Vigo y en el provincial escolar celebrado en As Neves.

No contenta con eso, también consiguió el subcampeonato en un torneo sub-17 en categoría individual, llevándose la victoria en dobles junto a una compañera mayor que ella. E incluso ha debutado con el equipo absoluto de la liga de División de Honor de A Estrada.

La clave del éxito parece residir en la pasión que muestra por este deporte, que le lleva a trabajar duro cada día, cinco días a la semana. Disfruta de cada entrenamiento y cada competición, ya sea en categoría individual o en dobles. «Me gustan las dos modalidades, porque cada una es diferente. En individual, dependes de ti misma y es un reto personal, mientras que en dobles tienes que complementarte con tu compañero», explica.

Ahora su siguiente reto es el Campeonato de España que se celebrará en Huelva dentro dos semanas, y espera con ilusión la convocatoria de la selección gallega. Para ella sería un sueño conseguir la victoria, pero asume que el deporte no es solo ganar. «Por ahora mi meta es entrenar y mejorar todo lo que pueda, y después supongo que ya llegarán los resultados», afirma con prudencia.

Un futuro por descubrir

Pese a su prometedora trayectoria, Eva asume con madurez la dificultad de llegar a la élite del deporte, máxime en uno minoritario como el bádminton. De momento, lo más importante son sus estudios. Este año cursa segundo de ESO en el instituto Sánchez Cantón de Pontevedra, y lo va sacando adelante sin problemas pese al ajetreado día a día.

Al llegar a casa después del entrenamiento, y cuando los deberes están terminados, todavía tiene tiempo de pensar un rato más en el bádminton. Su hermana pequeña Natalia, de solo 8 años, ya sigue sus pasos con la raqueta, así que aprovecha para enseñarle algunos secretos para que vaya mejorando su técnica.

Eva asegura no tener ningún ídolo en este deporte, aunque reconoce que este verano estará muy pendiente de la televisión para ver a los dos máximos exponentes del bádminton nacional, Pablo Aibán y Carolina Marín, competir en los Juegos de Londres. «Espero que ganen», dice. Quizá, algún día, tenga la oportunidad de emularlos, pero reconoce que es un sueño muy lejano y difícil de cumplir. «Ya llegará lo que tenga que llegar. El que trabaja mucho, obtiene su recompensa, ¿no?».

EVa Murio Jugadora de Bádminton