Admirado Hugo Pratt, puedes descansar muy tranquilo

FUGAS

Los españoles Canales y Pellejero recuperan a Corto Maltés veinte años después de la muerte de su creador con un trabajo vibrante en el que brillan personajes muy perfilados. «Bajo el sol de medianoche», en color o blanco y negro, gustará, y mucho, a los adictos al marino libertario. Y deslumbrará a quienes se acerquen por primera vez 

02 oct 2015 . Actualizado a las 09:15 h.

Con Bajo el sol de medianoche se cumple lo del test del pato, ese que dice que si parece un pato, nada como un pato, y grazna como un pato, entonces probablemente sea un pato. Pues aquí si habla como Corto Maltés, se mueve como Corto Maltés y fuma como Corto Maltés, probablemente sea Corto Maltés. Aunque quien firma esta obra no sea del italoargentino Hugo Pratt. Pero su creador estaría bien orgulloso. Antes de morir, hace justo 20 años, ya pronosticó que el personaje le superaría, que alguien lo recuperaría. Ha pasado mucho tiempo, pero ha merecido la pena. El reto era fabuloso. El resultado es impecable. Posiblemente porque se apostó sobre seguro. Juan Díaz Canales, quien recibió el encargo de los dueños de los derechos de Pratt, es uno de los guionistas más solventes en Europa, responsable (junto al dibujante Guarnido) de ese monumento a la literatura negra que es la serie Blacksad. Y Rubén Pellejero es un veterano, un camaleón que ha ganado en texturas. Ambos, españoles, ambos, con un notable reconocimiento en el mercado francés, algo que es muy relevante cuando se habla de cómic europeo. 

No le falta nada a este trabajo. Nada del pasado, se entiende. Pero llega con la suficiente personalidad subterránea para que no se advierta una mera copia, con guiños históricos (hay personajes reales, desde el admirado Jack London hasta una pionera del feminismo) y una velocidad de vértigo en la trama. No falta ni Rasputín, ese pirata malencarado que conocemos desde La balada del mar salado. El envés de Corto. Con ambos arranca este Bajo el sol de medianoche. La historia se desarrolla en tierras gélidas, en el Ártico, ambientada en 1915, con la gran guerra europea de fondo. No faltan espías, asesinatos, personajes muy perfilados, extremos, y la búsqueda de un tesoro como excusa para lo que vendrá en 80 páginas. No falta el sarcasmo del protagonista, ni su pizca de humor. Ni la buena documentación. Ni el trato exquisito al dibujo. Donde quiera que esté, Pratt (enterrado en Suiza), sepa que su marino ha quedado en las mejores manos. 

Bajo el sol de medianoche. CÓMIC. Juan Díaz Canales (guion) y Rubén Pellejero (dibujo). Color y blanco y negro (por edición). Norma Editorial. 96 páginas. 19,9 euros