«La gente no asiste a nuestros conciertos, es parte de ellos»

FUGAS

CEDIDA

El grupo actúa hoy, a las 22.00, en la Fábrica de Chocolate de VIGO. Entradas desde 10 euros

21 abr 2017 . Actualizado a las 05:15 h.

De repente, los coruñeses Escuchando Elefantes probaron a enchufar los instrumentos. Y se produjo el calambre. Aquel dúo de folk-rock acústico y callejero se convirtió en una formación abonada a un pop de ascendencia épica en la onda de Coldplay o Snow Patrol. Por ahora, no hay reclamaciones entre los fans. «Para nada. Siempre hemos tenido energía, pero ahora nos dicen que somos iguales, pero mucho más eléctricos», dice Silvia Rábade, mitad del grupo que completa Carlos Tajes.

-Ofrecen aire de banda grandiosa «a lo U2», pero hecho de una manera esquelética con dos músicos. ¿Cómo lo han resuelto?

-Al principio nos planteamos darle un toque más gordo al sonido. Carlos se pasó unos meses soldando cables, moviendo pedales y haciendo de todo para que sonase así. En el disco hay bajos grabados, pero en directo creemos que es necesario estar los dos y ya está. Sentimos, en cierto modo, que hemos vuelto al origen, aunque de un modo diferente.

-Parecen otro grupo. ¿Un renacer?

-Sí, lo que pasa es que al ser los mismos creímos que no merecía la pena cambiarle el nombre al grupo. Nos encanta que, aún hoy, nos sigan preguntando el porqué de él [risas].

-¿Hay mucha improvisación en los conciertos de Escuchando Elefantes?

-Sí, es algo que no podemos ni queremos evitar. No nos parece bueno ir con el concierto muy cerrado y no podernos salir del set-list. Si notamos que a alguno no le apetece hacer la siguiente canción, nos parece una tontería hacerla porque está ahí. Hay gente que tiene un set-list y hasta tiene pensado lo que hablará entre tema y tema. Se hace todo menos natural, más fake.

-¿Es muy placentero eso de estar tocando un tema en directo y no saber adónde le llevará?

-Sí, para nosotros sí. A los músicos que iban con nosotros, ya no tanto [risas]. En los primeros bolos se quedaban paralizados, pero luego ya les gustaba. Creemos que así se disfruta mucho más de la música.

-¿Influye la calle?

-Creo que sí. Queremos contagiar. Esa es al 100% nuestra intención. Queremos hacer participe de todo al público. Nosotros lo vemos así: la gente no asiste a nuestros conciertos como público, es parte de ellos. El mismo concierto con otro público sería distinto. Eso en una actuación grande no lo vives igual.

-Todo eso refleja una vida entregada a la música.

-Sí, totalmente.

-¿Piensa en música desde el desayuno?

-Sí, o en música o en algo relacionado. Al ser una banda independiente hay que hacer muchas cosas que van más allá de la composición y la creación. Pero sí, es vivir al 100% sabiendo que lo tuyo es la música y que va a ser así el resto de tu vida.

Ni podemos ni queremos evitar la improvisación

hoy, 22.00. Fábrica de chocolate de VIGO. ENTRADAS 10/13 EUROS