Cumplen 35 años y lo celebran con dos debuts muy especiales: la edición de su primer disco de 10 pulgadas y un concierto en el O2 de Londres el 23 de mayo
05 may 2017 . Actualizado a las 09:06 h.Siniestro Total ha cumplido 35 años celebrándolo con la salida de El mundo da vueltas, un disco de vinilo en 10 pulgadas que recopila una serie de canciones lanzadas directamente a la Red en los últimos años. «Es un formato especial, una espina clavada que nos hemos encargado de sacar nosotros mismos. Yo es que me encuentro un disco editado así en un mercadillo y me lo compro, sea la basura que sea», explica Julián Hernández.
-En «El mundo da vueltas», el tema, hacen un guiño a Eddy Grant.
-Guiño no, un robo a mano armada.
-¿Son esos «robos» constante en la historia de Siniestro Total?
-Claro, porque antes que músicos hemos sido fans. Y una referencia siempre fue The Equals y Eddy Grant. Nos faltaba una canción de ese tipo y decidimos ir por ahí. Robar en música es algo bonito, no es como lo de Ignacio González [risas].
-¿Asumen lo de ser muy copiones?
-Sin cortarnos un pelo. Hemos hecho muchas versiones y canciones con referencias muy claras a cosas reconocidas. Pero luego está ahí el error en la copia, que da unos gramitos de originalidad. Lo decía Muddy Waters de los Stones: «Podrán tocar como yo, pero no cantar como yo».
-Hay muchas referencias en estas canciones, desde su propio título: «Luis Tosar» o «El chico de ayer»
-Por ahí también está el robo. Esas referencias son divertidas y nada escondidas. Chico de ayer no puede tener otra lectura que no sea la masculinización de la canción original. Luis Tosar es otra cosa. Madness tienen Michael Caine. En ella decía él mismo «My name is Michael Caine». En nuestro caso era más difícil, pero le obligamos a grabar: «Mi nombre es Luis Tosar».
-Cantan «Soy un corrupto / placer adulto». ¿Fotografía del momento?
-Me gustaría poder decir que es una canción de ficción, que aquí no pasan esas cosas. Pero, efectivamente, la conexión con la realidad es mucha.
-Seguramente cuando la escribió menos que ahora y, probablemente, menos aún que mañana.
-Sí, es que ese es el problema. No dejarán de sorprenderlos. Como sigamos así tendremos que hacer una segunda parte, al quedarnos cortos
-Van a tocar en el O2 de Londres. ¿Su debut en Inglaterra?
-Sí. Mi hija estaba en Semana Santa allí y me mandó una foto de que había visto a su padre en un cartel. Entonces habrá que ir a tocar allí.
-¿Qué hay en usted del joven que compuso «Ayatollah»?
-Hay una cosa muy fácil, que es envejecer. Está tirado. Otra cosa es madurar. Ahí las cosas son más sutiles. ¿Qué queda? La intención no viene siendo muy distinta. Otra cosa es que las cosas se cuenten de un modo más sutil o más bestia.
-¿Se miden más los pasos en el clima actual de alerta permanente?
-En Siniestro Total no hay autocensura, pero sí que creo que la hay en general, donde se ponen límites al humor, se cuestiona fulano, se mira el tuit... Eso se interioriza, pero nosotros podemos decir lo que queramos. ¿Quién nos va a hacer caso después de 35 años? Podemos decir burradas sin que le interesen a nadie. No hay problema con eso [risas]