Alec Baldwin: «Me pone muy nervioso interpretar a Trump»

MARÍA ESTÉVEZ

FUGAS

El actor, que imita desde hace dos años en televisión al presidente de EE.UU., estrena esta semana en España la película «París puede esperar»

18 jun 2017 . Actualizado a las 16:04 h.

Alec Baldwin es, en persona, un hombre de trato educado, amable, a quien precede una fama de arisco que no se corresponde con la realidad. Su carrera en el cine empezó hace más de treinta años con éxitos como La caza del Octubre Rojo o Infiltrados. Hace un tiempo decidió dar un vuelco a su currículo interpretando uno de los personajes más carismáticos que se han creado para la televisión, Jack Donaghy en la comedia 30th Rock, un papel por el que Baldwin ganó el Globo de Oro y una nominación al Emmy. Reinventándose también en su vida personal, volvió a casarse con la española Hilaria Thomas, con quien tiene dos hijos. Demócrata declarado, el actor ha sido una espina constante para el presidente Donald Trump, a quien imita, desde hace dos años y a la perfección, en Saturday NIght Live. Esta semana estrena en España la película París puede esperar, dirigida por Eleanor Coppola esposa del director de El Padrino, en la que Baldwin interpreta a un productor que recuerda mucho a Francis Ford Coppola. Además, acaba de publicar su segundo libro, Nevertheless, unas memorias de su vida y su carrera.

-¿Se parece en algo a su personaje en la película, siempre preocupado por los negocios?

-Antes era así, en otra época de mi vida. Con la edad he aprendido a compartimentar mis prioridades. Mi familia está por encima de mi trabajo.

-Sin duda parece más calmado, menos agresivo. Usted tenía fama de desatar su temperamento demasiado fácilmente.

-Son cuatro días al año, pero los medios dan demasiada importancia a esos cuatro días y no a los trescientos sesenta restantes. Los medios de comunicación se aprovechan de tus peores momentos y lo utilizan en tu contra para crear una imagen que no se corresponde con la realidad.

-¿Cómo fue el rodaje de «París puede esperar»?

-Tengo un papel pequeño que rodé en Cannes. Eleanor es maravillosa y Diane Lane también, con ella ya había trabajado antes.

-¿Por qué decidió interpretar esta película?

- Cuando decides dar el paso de elegir un proyecto es importante valorar quién te está ofreciendo el trabajo. En este caso yo conocía a Eleanor, y el productor es un gran amigo mío.

-¿Cómo es Diane Lane?

-Una gran actriz que brinda cercanía a sus personajes. Es divertida, inteligente, sabe siempre cuál es el momento adecuado para improvisar y no le da miedo hacerlo. No es una guapa-sosa, no es una actriz de portada, es una actriz de verdad, con mucha clase y mucho talento.

-¿Cuál diría que es la frase que define a Alec Baldwin?

-Un hombre que está viviendo un momento de estabilidad en su vida. Hay otras cosas que quiero hacer, el negocio del cine ha cambiado mucho, incluso los grandes actores de nuestra generación luchan por conseguir un buen papel con un buen director.

-¿A los cincuenta llegaron los cambios en su vida?

-Un día cumples cincuenta y te das cuenta que no hay trabajo para ti. Fue en ese momento cuando pensé que estaba completamente acabado y que no iba a volver a trabajar. Me reinventé con 30th Rock. Fue el productor de Saturday Night Live, un gran amigo mío, quien me ofreció ese personaje que terminó siendo el mejor papel de mi vida.

-Ha triunfado este año con su imitación de Trump en televisión.

-No contaba con que se convirtiera en un éxito y en un maravilloso reto interpretativo para mí. La idea era hacer una parodia simple y clara. Me pone muy nervioso interpretar a Trump, porque él no es santo de mi devoción.

-¿Ha cambiado mucho en esta nueva etapa de su carrera?

-He aprendido que cuanto más tiempo dedicas a tu carrera como actor, más cansado estás. Tienes que conservar tu energía y aprovecharla poco a poco. Solía disipar mi energía jugando al scrabble en mi habitación, hablando por teléfono con mi abogado, traté de ser un buen esposo con mi primera mujer, pero cuando eres joven tú atención está en demasiados sitios. Ahora me dedico a mi familia y a trabajar y, cuando termino, me siento en una silla a leer el periódico. Los días son muy largos.

-¿Cómo es su relación con su hija Ireland y su exmujer Kim Bassinger tras un divorcio complejo?

-Paternidad, divorcio, leyes de familia... son palabras muy complicadas. Soy un padre que adora a su hija, vivo entregado a mi mujer y a mis hijos.

-¿Qué le pide ahora a la vida?

-Voy a dedicarme a hacer yoga, cuidar más de mí mismo, de mi familia, abrazar esta mediana edad en la que me encuentro sumido.

-¿Es cierto que en el futuro piensa dedicarse a la política?

-No es un secreto mi pasión por la política, todos saben que soy un demócrata convencido.

De joven quería ser un buen esposo, pero tenía mucha energía

«París puede esperar» EE.UU. (2016). Película dirigida por Eleanor Coppola con Diane Lane y Alec Baldwin. 90 minutos