«Crecí con Agatha Christie y mi sueño se ha cumplido»

Virginia Madrid

FUGAS

cedida

Abandonó su carrera como economista y se convirtió en la escritora de novelas de misterio que siempre soñó ser tras publicar «La princesa de hielo» (2003) en su país, Suecia. Desde entonces, su trayectoria ha sido fulgurante y ha superado los 25 millones de ejemplares vendidos en más de cincuenta países con su serie «Los crímenes de Fjällbacka». Ya es la autora más leída de novela negra en Europa.

23 jun 2017 . Actualizado a las 08:54 h.

Para celebrar el décimo aniversario de la publicación de La princesa de hielo en España, Camilla Läckberg ha pasado estos días por la capital para reunirse con sus lectores y firmar ejemplares de sus novelas en la Feria del Libro de Madrid. Cercana y espontánea asegura que le encanta España. «Adoro su gastronomía y su vino. La primera vez que vine, decidí quedarme cinco días más para descubrir Madrid yo sola. Me encantan los pimientos de Padrón y las croquetas. ¡Ah! y el jamón y el pan con tomate me pierden», nos confiesa. De su éxito literario, de cómo escribe y de su pasión por la novela de misterio, charlamos con ella una calurosa mañana en Madrid.

-Han pasado ya diez años de la publicación en nuestro país de su primera novela «La princesa de hielo». ¿Recuerda cómo vivió el bum, con su libro en todas las librerías y centros comerciales?

-Durante aquella época nunca imaginé que tendría un éxito así ni en mi país ni aquí en España. Me sorprendió muchísimo el interés que provocó mi novela tanto en la gente de la calle como en la prensa. Hoy, confirmo que mantengo una bonita historia de amor con mis lectores españoles desde hace ya diez años.

-¿Dónde cree que radica el éxito de sus novelas?

-Creo que una parte se la debo a la pareja de Erica y Patrick (los detectives protagonistas de sus novelas). Son un matrimonio normal con el que la gente de todas las partes del mundo pueden identificarse. Y la otra clave de la buena acogida es el hecho de combinar el drama de los asesinatos con la vida cotidiana de esta pareja y de los habitantes del pequeño pueblo de Fjällbacka. El día a día que yo describo en las historias es algo por lo que todos pasamos. Nos enamoramos, nos casamos, tenemos hijos y envejecemos con lo que eso conlleva. ¡Ah! y también los giros inesperados en las tramas.

-Antes de convertirse en una autora superventas con «La princesa de hielo», trabajaba como economista pendiente de los balances, las cotizaciones y los índices económicos.

-Sí, pero no me satisfacía mi profesión. Para mí toda esta aventura comenzó leyendo a Agatha Christie con siete años y entonces me enamoré del género. Mientras otros niños anhelan ser futbolistas o estrellas del rock, desde niña siempre he soñado con convertirme en autora de novelas de misterio. Y hoy estoy feliz, porque mi sueño de niñez se ha hecho realidad.

-¿Y por qué escribe novela negra?

-Creo que sucede como con las historias de terror que sufres, te inquietan y lo pasas un poco mal, pero que en el fondo nos gusta sentir miedo. Pues ahí reside la atracción y el magnetismo.

-Por cierto, ¿pasa miedo cuando escribe sus novelas de misterio?

-No paso miedo, pero sé cómo dar miedo y cómo transmitírselo al lector. Me gusta empezar con una ambientación que parece muy segura e idílica para después provocar que suceda algo horrible como un asesinato o una desaparición y crear así inquietud y desasosiego al lector.

-¿De dónde surgen esas escenas tan truculentas que recrea en sus historias?

-Siempre he estado interesada en lo perverso. Me encantan las películas de terror, es uno de mis placeres secretos preferidos. Además, me atraen los perfiles criminales, las autobiografías de asesinos en serie o los libros de psicología sobre psicópatas. Me interesan mucho los confines más oscuros de la mente humana.

-¿Cuánto de Camilla Läckberg encontramos en Erika, la escritora detective de sus novelas?

-Ese es mi secreto mejor guardado. Pongo mucho de mí y de mi vida en Erika, pero tengo que recalcar que no somos idénticas. Siempre digo que Erika se parece a mí en un cincuenta por ciento y la otra mitad es inventada.

-¿Y siempre está de acuerdo con ella o también tienen puntos de vista diferentes?

-A veces me parece muy tozuda hasta el punto de ser muy irritante. En ocasiones, me siento muy identificada con Patrick, con su marido.

-¿A qué autores de novela negra está enganchada? ¿Cuáles son sus referencias literarias?

-Leo mucho a escritores de novela negra angloparlantes como Michael Connelly o Peter Robinson. La novela negra anglosajona me ha influido mucho.

-Hablemos de cómo escribe. ¿Cómo desarrolla sus historias? ¿Ha ido cambiando el proceso con el paso de los años?

-El proceso de escritura sigue siendo el mismo. Escribo en casa en un horario de oficina. Pero ahora mi mayor problema es encontrar el tiempo para sentarme a desarrollar mis historias, porque dedico mucho tiempo a la promoción y por supuesto al cuidado de mis cuatro hijos.

-Un ritual que repite cuando se sienta a escribir sus historias de asesinatos y desapariciones.

-Necesito tener mucho café a mano y siempre escribo en casa.

-¿Le permite la escritura conciliar su vida familiar con la profesional?

-Siempre es difícil encontrar ese equilibrio, pero en mi caso se me da bastante bien. Trabajo en casa en horario de oficina, de nueve a cinco, y el resto del día ayudo a los niños con los deberes, los acompaño al fútbol y hago lo que cualquier otra madre, aunque de vez en cuando me lleven a la tele para hablar de libros.

-¿Sus hijos han leído sus novelas? ¿Saben que su madre es una escritora superventas?

- Mis hijos mayores tienen 13 y 15 años y por ahora solo leen novelas de género fantástico. La verdad es que a mis hijos nada de lo que hago les interesa especialmente. Lo único interesante que creen que he hecho es cuando salí en la versión sueca del programa Mira quien baila.

-Y su pareja, ¿está enganchada a sus historias de misterio?

-Pues la verdad es que no. Mi pareja no es un gran lector. Durante los tres años que llevamos juntos, va por la tercera de mis novelas. Él es deportista. Nos complementamos perfectamente, porque él no lee y yo no hago deporte (carcajadas).

-¿Cómo es Camilla Läckberg en su día a día?

- Soy muy perezosa. Me encanta ver series de Netflix tirada en el sofá y en chándal.

-¿Cuál es el plato que mejor se le da cocinar?

- Hago un risotto para chuparse los dedos.

-¿En qué ha cambiado a lo largo de estos años tras su gran éxito literario?

- En lo fundamental sigo siendo la misma de siempre y mis amigos son los de mi juventud. Con los años he ganado confianza en mí misma y ahora estoy más segura de quién soy.

-Su sueño de niñez se ha hecho realidad. Se han convertido en escritora de novela negra. Confiésenos uno de sus sueños actuales.

- Seguir escribiendo novelas hasta los noventa años.

- ¿Y cómo se imagina a los noventa años?

-Me veo con el pelo azul, un traje de Chanel, un montón de perlas y una copa de champán en la mano.