«Esto es como ganar la Champions»

FUTBOL GALLEGO

MARCOS CANOSA

El bilbaíno vive el ascenso del Rápido como el mayor logro de su carrera, «una auténtica locura»

27 jun 2017 . Actualizado a las 11:27 h.

Cuando el domingo terminó el histórico partido entre Peralada y Rápido con el ascenso de los vigueses, su técnico, Patxi Salinas, tenía 793 wasaps. Los leyó todos y derramó no pocas lágrimas, confiesa. Es lo más importante que ha conseguido en su carrera, una de las mejores experiencias de su vida. Ayer no terminaba de despertar del sueño. «Es histórico, una locura», repetía. El logro de hacer realidad la máxima aspiración del Pinzas Team ?autodenominado así por los comentarios de que el equipo estaba «cogido con pinzas»? en el que nadie creía. Salvo ellos mismos, sobre todo salvo Patxi.

-¿Qué habría pensado si se lo dicen hace un año?

-¡Estamos locos, che!, que dirían los argentinos. Éramos una hormiga, un pececito en un océano de tiburones. Creía en una temporada buena, por eso me embarqué, pero lograr esto no entraba en los planes de nadie. Si no se había logrado en 104 años, no íbamos a pensar que iban a venir los tres mosqueteros, el de Bilbao, el de Xinzo y el otro a conseguirlo. Ni se nos pasaba por la imaginación.

-¿Cuándo empieza a creer que es posible?

-Cuando veo cómo llegamos al play-off. Es que si hay otra ronda más, también la ganamos. La primera esperanza era meternos y, una vez ahí, vi que llegamos pletóricos, estábamos con una fuerza y unas ganas que no eran normales. A partir de ahí el mensaje siempre fue que podíamos.

-¿Cómo recuerda el instante del pitido final?

-¡Un momento tan feliz! Fue como estar atrapado por una losa de mil kilos que te impide moverte y de repente te la quitan y empiezas a correr como un galgo. Corrimos, saltamos, gritamos, nos abrazamos al primero que encontramos, que si hubiera sido un contrario, lo abrazamos también. Luego llegaron los mensajes: la familia, los amigos... Que jugadores del nivel de Iago Aspas, Nolito, San José o Ibai se preocupen por un equipo de Tercera es muy gratificante. ¡Hasta me llamó Manolo, el Gran Capitán! ¡Eso es la hostia!

-¿Con qué momentos de su carrera se puede comparar lo que acaba de vivir?

-Con ninguno. Pienso que esto es un éxito mayor que cuando gané la Liga con el Bilbao, es más difícil subir a Segunda B con el Bouzas que aquello. Esto es algo histórico, como ganar la Champions. Va a quedar para siempre. Cuando la gente pregunte quién fue el primer entrenador que subió al Rápido en 104 años diré: «¡Eh, que yo estaba ahí!». Con un cuerpo técnico y un equipo que tiene un mérito increíble.

-Siempre incide en el enorme mérito de sus futbolistas.

-¡Han hecho algo tan importante! Si la gente supiera las que han pasado les pondrían un cuadro enorme en Bouzas con sus nombres. Trabajan de día y de noche, están sin cobrar dos meses, viajan cada fin de semana, aguantan el frío, el calor, la lluvia... Nunca han bajado la guardia, siempre han creído. Hemos sido el mejor equipo y han luchado como titanes.

-Ellos siempre creyeron, pero no todo el mundo lo hizo aun cuando estaban arriba.

-Ahora estamos bajando de la nube y recogiendo los elogios que nos llegan, pero antes nos dieron muchísimos palos. Mucha gente se dedicó a criticar al Pinzas Team, que si íbamos a caer, que si no valíamos... Hemos demostrado que cuando crees y confías puedes llegar muy lejos. Y hemos aguado la fiesta a un equipo con un presupuesto de 500.000 euros que tenía la celebración del ascenso preparada.

-La fiesta fue para ustedes y se ganaron la invitación al restaurante de Messi que les habían prometido.

-¡De haber tenido que pagar nosotros acabábamos en una hamburguesería! Nos trataron de maravilla. Y como somos el Pinzas Team, no había hotel para pasar la noche. Yo le dije al presidente que era una locura gastar en alojamiento el dinero que no teníamos y que era mejor invertirlo en el avión. Si ganábamos, como pasó, lo celebrábamos. Y si no ya nos sentaríamos en un banco a esperar a que nos recogiera el autobús. Hemos pasado tantas penurias que por un día más no pasaba nada.

-Entre tantas dificultades, ¿cuál ha sido su secreto?

-En cada equipo que he estado siempre he dicho al principio que yo prometo trabajo y que no tengo la menor idea de dónde vamos a acabar en la tabla. Mi lema es que entrenes como quieres jugar. No creo en los picos de fuerza ni de forma, ni mucho menos en planificar llegar bien a marzo, porque igual en marzo ya estás en la calle. Pero no es fácil que un equipo asimile tu idea y crea. Ellos lo han hecho. El mensaje que les enviamos era ese: «Creed y confiad, que nosotros morimos por nosotros». Lo decía de verdad, creí siempre.

-¿Seguirá en el Rápido?

-Le he dicho al presidente que mejor que esto no lo voy a hacer y que es mejor que busquen a otro. Soy de estar poco tiempo en los clubes, también porque me gustan los nuevos retos, conocer gente nueva... Estoy muy agradecido, pero creo que otro año duro en unas condiciones tan pobres en todos los sentidos sería imposible.

-¿Cuándo decidirá su futuro?

-En un par de días. No soy persona de dar rodeos, en cuanto lo decida, lo diré. No veo motivo para esperar.