26 países quieren sumarse a la aceleradora e incubadora aeroespacial de Galicia

GALICIA INNOVA

Demostración del vuelo de un dron aerotaxi en el aeródromo de Rozas, en Castro de Rei, Lugo
Demostración del vuelo de un dron aerotaxi en el aeródromo de Rozas, en Castro de Rei, Lugo Roberto Berdini

El programa BFAero, creado para impulsar ideas innovadoras en el sector de los vehículos no tripulados encara su quinta convocatoria con 144 propuestas llegadas desde la India, Suiza, Estados Unidos o Singapur, que buscan convertirse en realidad en el Polo Aeroespacial de Galicia

27 sep 2023 . Actualizado a las 11:23 h.

La apuesta firme por el sector aeroespacial sigue abriendo Galicia al mundo. Lo hace desde el Polo Aeroespacial impulsado por la Xunta de Galicia en Rozas (Castro de Rei, Lugo). La demostración se encuentra en que en esta quinta edición de su programa de aceleración e incubación de proyectos innovadores, la Business Factory Aereo (BFAero), ha sumado 144 propuestas procedentes de 26 países diferentes. Se trata del mejor registro obtenido en toda su historia y supone un 63 % más que en la última convocatoria, cuando recibió 88.

De explicar esa evolución se ocupó la directora de la Axencia Galega de Innovación (Gain), Patricia Argerey, que confirmó que el Polo Aeroespacial de Galicia se ha convertido en un reclamo para emprendedores de países como India, Estados Unidos, Reino Unido, Suiza, Turquía, Alemania, Italia, Canadá, Estonia, Ucrania, Países Bajos, Brasil, Francia, Australia, Colombia, Singapur, Chile, Pakistán, Finlandia, República Checa, Bolivia, Japón, México, Venezuela y Jordania. Eso sí, 78 de los proyectos también llegaron desde España, siendo A Coruña y Madrid, con 18 y 16, las provincias que más aportaron.

La calidad de las candidaturas para este plan pensado para proyectos con vehículos no tripulados también sigue mejorando con respecto a ediciones anteriores, y el ejemplo está en que se han recibido propuestas de equipos de control, navegación por satélite o el primer complejo de lanzamiento centralizado con base en Europa. Hay otras propuestas, como dirigibles cautivos, drones marinos, aeronaves ligeras para ocio, así como proyectos con aplicación en los campos de la energía fotovoltaica, la aerogeneración, la agricultura, el deporte o los espectáculos visuales a través de drones. De todos ellos, el 47 % optan a entrar en el programa de incubación, mientras que un 41 % busca hacerlo en el de aceleración. El 12 % restante pretende llegar al de consolidación. Por la tipología de las empresas interesadas, el 91 % son start- up, un 6 % spin-outs y un 3 % spin-offs.

En lo referente al grado de madurez de la tecnología presentada, la gran mayoría de las solicitudes incluyen ideas cercanas al mercado, por lo tanto, con mayor posibilidad de que logren el éxito y que las empresas den valor a sus iniciativas y logren crecer a medio y largo plazo. De los candidatos, seis ya han participado en instrumentos de crecimiento del Consejo Europeo de Innovación (EIC), así como en programas del Instituto Europeo de Innovación y Tecnología.

El equipo de selección de BFAero trabaja en el proceso de selección, en el que se escogerá un máximo de tres proyectos para incubar durante 12 meses, cinco para acelerar en ocho, y tres para consolidar en seis. Los 11 finalistas accederán a la comunidad de empresas de la Civil UAVs Initiative, a los medios técnicos, servicios e infraestructuras del Centro de Investigación Aeroportada de Rozas (CIAR), así como a los proporcionados por otras entidades colaboradoras de la Bussiness Factory Aero.

También dispondrán de oficina en el área de coworking de la Fundación CEL, accederán a mentores de gran prestigio y experiencia en el sector aeroespacial y tendrán de mano a inversores de primer nivel para lograr el máximo apoyo económico en el desarrollo de sus planes.

Casos de éxito

En sus cuatro ediciones, por la aceleradora BFA han pasado un total de 30 proyectos diferentes, que posibilitaron la creación de 9 empresas y de 119 empleos cualificados, logrando una inversión directa de 6,6 millones de euros. Entre los éxitos de las cuatro convocatorias, la rama de incubación destaca la apertura de un nuevo centro de trabajo en Galicia y el acuerdo de transferencia de tecnología con la Universidad de Stuttgart de Kreios, e incluso el primer contrato con la Axencia Galega de Infraestruturas o la constitución de una sociedad filial en Galicia de Ahyries. En aceleración, Enercraft ya cuenta con instalaciones nuevas en el vivero de empresas de Barro y avanza en las pruebas iniciales con empresas del ámbito de BFAereo y de la Civil UAVS Initiative. Cielum ha firmado un contato con la empresa Net2fly para su plataforma de gestión de operaciones con drones; así como Beagle, que está desarrollando su familia de productos. En consolidación, cabe destacar el proceso de internacionalización del mercado de Atom, que mira a Chile, Australia y Uzbekistán, mientras que Cíes sigue demostrando capacidades con una quema controlada simulando condiciones operativas. Fuvex firmó un acuerdo con Naturgy para la inspección predictiva de 100.000 kilómetros de tendido eléctrico con drones. 

Beagle Labs: Controlar lo que ocurre en la tierra desde el aire

Monitorizar todo lo que ocurre en tierra gracias a lo que se capta desde el aire. Eso es lo que ha logrado Beagle Labs, empresa participante en el programa Business Factory Aero (BFAereo), cuyo éxito ha posibilitado que ya se encuentre en el mercado. La tecnología desarrollada tiene como destino la gestión de emergencias y seguridad, ya que aporta una visión de conjunto y la conciencia situacional de todo lo que está ocurriendo en el terreno. Para los profanos en la materia, el dispositivo puede instalarse en drones, helicópteros o cualquier aparato volador. Desde el aire detecta objetos y los sitúa en un mapa en tres dimensiones. Lo explica de manera más sencilla su desarrollador Miguel Barreiro, de Beagle Labs, que lo resume como «un Google Earth, pero en directo. A partir de la imagen que capta la aeronave tenemos el terreno en relieve y todo lo que hay en él». El programa detecta también aquellos vehículos que portan balizas de posicionamiento, como pueden ser camiones de bomberos, motobombas, coches de las fuerzas de seguridad e incluso barcos, lanchas y, lógicamente, aviones. Eso le permite colocarlos en directo en ese mapa tridimensional, lo que motiva que «sirva muy bien para coordinar emergencias u operaciones policiales, ya que tienen mucha información al momento. En el mapa ven qué vehículos o unidades están trabajando, e incluso otros medios que no están participando en la operación y que suponen un riesgo».

Tras su paso por el Business Factory Aero, Barreiro reconoce que «no es solo el apoyo económico, sino de red. Te pone en contacto con especialistas, sobre todo industriales, pero también de administración, regulación y con clientes potenciales. Compartes espacio con otras empresas, que como tú están en distintos estados de desarrollo y pueden ser complementarias a lo que haces». En el caso de Beagle Labs, el producto se encuentra en la calle y se está «vendiendo y en uso». Un ejemplo es que la tecnología ya funciona en playas del Levante. En ese caso, Beagle mide «si la distancia de las motos de agua a la costa es legal o están incumpliéndola. Buscamos evitar accidentes con bañistas por parte de los conductores».

Barreiro reconoce que el sector sigue atomizado, por lo que «necesita juntarse. Por eso estas iniciativas como BFAero están muy bien porque se necesita ganar masa crítica. Si quitas unas pocas empresas que son gigantes, el resto somos pequeños. Y si hablamos de vehículos no tripulados, mucho más. Es un sector que está cambiando muy rápido, tanto en tecnología, como en aplicaciones como en normativa. La agilidad es fundamental y hay que estar vivos». Con el éxito de conseguir llegar al mercado y comenzar a operar en casos reales, Beagle Labs ha puesto una pica en el territorio de la industria aeronáutica desde su sede en Narón. Los drones también pueden ser fundamentales para salvar vidas o mejorar los operativos de emergencias y policiales. 

Ahyres: Vuelos automatizados e inspecciones remotas

Ahyres es otra de las empresas que han pasado, con éxito, por la aceleradora Business Factory Aero (BFAereo) del Polo Aeroespacial de Galicia. En su caso, gracias al proceso de incubación, que le ha permitido concluir el desarrollo de su solución para vehículos no tripulados, sobre todo drones, que tienen como objetivo inspeccionar de forma remota y automatizada infraestructuras con el fin de ahorrar costes. De explicarlo se encarga el fundador y CEO de la compañía, Juan Carlos Marín, que reconoce que «hemos desarrollado tanto un hardware como un software para poder implementarlo en cualquier tipo de aeronave. Se puede integrar fácilmente». Gracias a esa combinación «se automatiza la inspección de infraestructuras y nos permite crear todos los planes de vuelos». Afirma que su paso por el programa BFAero le ha permitido sumar nuevos «contactos y adquirir una mayor formación».

Gracias al producto creado, Ahyres ha logrado «automatizar toda la generación de los planes de vuelo de los drones gracias a los datos de la infraestructura del cliente. Se puede organizar todo a la perfección, incluso teniendo en cuenta los espacios aéreos restringidos que pueda haber». Comenta Marín que dentro del dron va ese hardware propio que cuenta con un sistema de procesamiento que funciona como un ordenador a bordo y que permite comandar el aparato «en caso de que a través de las imágenes y de los sensores captemos un elemento que se interponga en la ruta establecida a la hora de generar el plan de vuelo. Puede haber elementos que funcionen como obstáculos y que nos pueden provocar un accidente, por lo que nos permite modificar el vuelo y evadirlo».

El objetivo final es que las compañías puedan ahorrar costes, ya que esta tecnología permite automatizar los procesos y que los inspectores se dediquen exclusivamente a supervisar la infraestructura y no a pilotar el dispositivo. «A día de hoy lo que hacemos es entregarle al cliente una solución llave en mano. Le automatizamos todo el proceso de captación de imágenes. Por ejemplo, ahora estamos trabajando en el control de infraestructuras eléctricas, pero también comercializamos parte de nuestras tecnologías para otras compañías».

Ahyres cuenta con vehículos aéreos no tripulados que pesan menos de 25 kilos, que pueden cargar hasta cinco kilos y que son totalmente eléctricos. Además incorporan esa avanzada tecnología de navegación autónoma y sensores de proximidad para simplificar al máximo las operaciones. Cumplen también con la normativa europea. En la compañía apuestan por la innovación y el desarrollo tecnológico, de ahí que cuenten con la colaboración de algunos de los principales expertos en propulsión de hidrógeno para sistemas aéreos no tripulados. Con más de diez años de experiencia, el paso de Ahyres por la aceleradora de proyectos BFAero ha sido otra experiencia importante para su consolidación.