Un testigo presencial entregó el arma a la Guardia Civil y dijo que el suceso fue un accidente El cadáver de Pascual Núñez fue encontrado en un camino vecinal, junto a tres balas
05 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Verín investigan las circunstancias que rodean a la muerte de un hombre de 42 años que fue encontrado sin vida en la madrugada de ayer en un camino vecinal, con signos de haber recibido un disparo en la cara. El cadáver de Pascual Alonso Núñez, residente en Verín aunque natural de Campobecerros (Castrelo do Val), fue encontrado en un camino asfaltado de la pequeña localidad de Mixós, en Monterrey, muy cerca del cementerio parroquial, poco después de las cuatro de la madrugada de ayer. Minutos antes del hallazgo del cuerpo por parte de las fuerzas de seguridad, un testigo presencial de la muerte había acudido a la sede de la Policía Local de Verín para dar aviso sobre el suceso. Después, él mismo llevó a los agentes hasta el lugar exacto en el que se encontraba cadáver, lo que permitió constatar el óbito y, seguidamente, dar aviso a la autoridad judicial y forense. Una de las posibilidades que baraja la investigación es que el suceso hubiera podido deberse a un ajuste de cuentas entre los protagonistas de la historia, en el que incluso podría haber implicadas otras personas. No sería, sin embargo, hasta las siete y media de la mañana de ayer, Jueves Santo, cuando el juez y el forense acudían hasta el lugar de los hechos para ordenar el levantamiento del cadáver, que fue trasladado de inmediato hasta el Complexo Hospitalario de la capital ourensana con objeto de que se le practicase la autopsia. Allí mismo, a menos de un metro y medio de distancia del lugar en el que se encontraba el cadáver, los investigadores de Policía Judicial hallaron dos balas sin percutir y otra disparada, del calibre 22 milímetros. Se sospecha que se trata de la munición del arma con la que se realizó el disparo que causó la muerte a Pascual Alonso, quien presentaba un orificio de entrada de un proyectil de arma de fuego en el párpado inferior derecho. Fue un balazo que le causó la muerte inmediata. A media mañana de ayer aún quedaban restos de sangre del fallecido en el camino agrícola en el que halló su cuerpo, a unos cincuenta metros de un pequeño cementerio. Durante varias horas los agentes que se han hecho cargo de la investigación rastrearon los alrededores en busca de huellas y pruebas que, una vez recogidas, han sido enviadas a un laboratorio científico con objeto de lograr nuevas evidencias que aporten luz sobre el crimen.