La Xunta revela que Audasa nunca desbrozó a fondo el 70% de la AP-9

Serafín Lorenzo SANTIAGO

GALICIA

Recuerda a la empresa que la maleza acumulada pone en riesgo al usuario en caso de incendio Advierte a la concesionaria de que la ley la obliga a eliminar causas de peligro en la vía

12 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

La inhibición de la empresa que explota la AP-9, Audasa, respecto al deber de limpiar la maleza que se acumula en las márgenes del vial, por su condición de factor de riesgo para los usuarios en caso de incendio forestal, se traduce en que la autopista «apenas ten sido limpa» en el 70% de su trazado desde que entró en servicio, hace más de 30 años, excepto en las zonas a las que puede acceder una desbrozadora de brazo lateral. Así consta en un prolijo informe de más de 400 páginas que la Consellería do Medio Rural ha entregado esta semana al director de Audasa, Andrés Muntaner, en el que recuerda que la falta de limpieza de la masa vegetal supone una amenaza «para a vida das persoas atrapadas por un lume forestal nunha estrada», un riesgo que «quedou patente no pasado verán na estrada de Pontevedra a Ourense, ao seu paso por Cerdedo, na que morreron dúas persoas». El estudio de la Dirección Xeral de Montes incide en la «importancia que ten a limpeza de vexetación combustible nas beiras da autoestrada» y delimita las zonas de actuación prioritaria, que figuran en el gráfico que acompaña esta información. Avisa a la concesionaria controlada por Sacyr Vallehermoso que esa biomasa «pode propicia-lo inicio dun lume forestal, que pode facilita-lo seu avance e salto transversal dunha parte á outra da autoestrada, dificultade de combate e perigosidade para os usuarios no caso de terse producido un lume». El informe constata que tanto la «carencia de lugares de distanciamento ou escape dos usuarios» a lo largo de la AP-9 como la fuerte cantidad de energía desprendida en las grandes acumulaciones de vegetación y los humos que provocaría en caso de que entre en combustión, «poden non só dificultar a visión co consecuente perigo, senón incluso provocar dificultades respiratorias ou asfixia, no caso de que o lume implique a detención do tráfico e a permanencia dos usuarios no lugar do incendio». Las conclusiones del minucioso trabajo realizado por el departamento de Alfredo Suárez Canal son demoledoras sobre el estado de «abandono» que presentan las márgenes de la vía de pago que comunica cinco de las siete ciudades gallegas y vertebra la franja de mayor progreso demográfico y económico del país. Medio Rural, que subraya ese abandono como metáfora del cese progresivo de la actividad agraria, apremia a la concesionaria a limpiar «aquelas zonas que foron declaradas de dominio público trala expropiación para a construción da autoestrada e que se atopan cubertas de vexetación arbórea e/ou combustible», ya que, insiste, «constitúen unha ameaza latente para o normal funcionamento da autoestrada e mesmo con risco para a integridade de bens e persoas que circulen por ela no intre que se teña declarado un lume». La consellería, que extiende su requerimiento al otro vial de pago gestionado por Audasa, el que comunica A Coruña con Carballo (AG-55), señala que la empresa está obligada por ley a limpiar las márgenes. En ese sentido, la ley 8/1978, que regula la construcción, conservación y explotación de autopistas en régimen de concesión, estipula que el concesionario debe «suprimir las causas que originen molestias, incomodidad o peligrosidad a los usuarios de la vía». Además, el decreto 105/2006 de prevención de incendios forestales y la Lei de Prevención e Defensa contra os Incendios, establece entre las medidas preventivas «as das faixas creadas ao redor das infraestruturas tales como as autoestradas». Años de retraso La consellería asume en el informe que, «polas dimensións da infraestrutura e polo retraso de anos de non se teren feitos os mantementos mínimos nas beiras», esos desbroces pendientes en los viales precisan de un calendario y una priorización. En concreto, Audasa dispone de año y medio para sanear 3.400 hectáreas sobre un total de 4.000. En dos meses, ha limpiado 600 hectáreas.