El sueño de la autovía transcantábrica en Galicia sólo dura cinco minutos

José Francisco Alonso Quelle
José Alonso RIBADEO

GALICIA

XAIME F. RAMALLAL

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15 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

?no, dos, tres camiones de golpe en un solo adelantamiento. Lo insólito en la costa de Lugo se hizo ayer realidad al entrar en servicio el primer tramo de la transcantábrica en Galicia, Reinante-Ribadeo. La lástima es que el sueño sólo dura cinco minutos, los que se tardan en recorrer los 10,06 kilómetros que discurren de un extremo a otro de Ribadeo. La apertura ha tenido mucho de simbólico, pero también ha permitido visualizar hasta qué punto sigue estando abandonada A Mariña en lo que a infraestructuras se refiere. El límite de velocidad en la carretera de la costa, en los 25 kilómetros que discurren entre Foz y Ribadeo (con Barreiros en medio) está establecido en 80 kilómetros por hora. Además, hay varios tramos de 50 y sólo existe un lugar, en las afueras de Foz, con un carril de vehículos lentos. Adelantar en verano, cuando hablamos de una de las zonas de mayor proyección turística y urbanística en Galicia, es una misión imposible. ¿Cómo medir, pues, el tiempo que se gana con la autovía? Es más, ¿acaso importa? Lo cierto es que es mínimo porque el tramo que sustituye de carretera nacional es inferior, de 8,5 kilómetros. Sin embargo, permitirá descongestionar la circulación. Hasta ayer, adelantar a tres camiones en A Mariña formaba parte de la utopía. Por suerte, ya no es así. Eran poco más de las diez de la mañana cuando Galicia comenzó a vivir un momento histórico. Lo hizo por la puerta de atrás. Sin inauguración ni pompa alguna los vehículos se fueron incorporando aleatoriamente a la transcantábrica. No hubo ni ministra ni corte de cinta. Desde el gobierno local se justificó por la época electoral. Desde el PP se aludió al chaparrón de críticas que Magdalena Álvarez tuvo que soportar semanas atrás en Luarca, en la inauguración de otro tramo de la A-8. Y es que en Ribadeo sigue habiendo muchos vecinos que aún no han cobrado todo lo que les adeuda Fomento por los terrenos que les expropió. Las dudas que acaparaban de mañana los corrillos de los bares -¿pero se atrasa mucho?, ¿y cómo se a va a entrar en Ribadeo?- se fueron dilucidando a lo largo del día. Pero por la tarde la vieja carretera seguía soportando tráfico. Y alguien, en otro bar, siguió soñando: «Cando abran o tramo seguinte, o de Barreiros, xa veredes. Aí si».