Más de 2.700 retornados volvieron a Suiza en los últimos tres años

maría cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El Estado helvético limita la entrada desde algunos países de la UE

07 may 2012 . Actualizado a las 13:28 h.

La emigración a Suiza se consolida como una de las alternativas que barajan los gallegos para escapar del fantasma del paro. Los flujos de regreso de emigrantes retornados han hecho engordar el censo de gallegos en el Estado helvético. Los últimos datos del padrón de españoles residentes en el extranjero (PERE) muestran cómo en los últimos tres años el número de los censados en Suiza ha aumentado en 1.871 personas. Pero la cifra hay que desmenuzarla.

De los 37.186 gallegos que había en ese Estado centroeuropeo el pasado 1 de enero, 18.800 habían nacido en la comunidad. Estos son 754 menos que hace tres años. Además, otros 17.416 habían nacido ya en el extranjero, probablemente en Suiza, una cantidad que llegaba únicamente a los 14.715 en el 2009.

La estadística habla y de ella se desprende que los gallegos que emigraron en los años setenta continúan regresando tras la jubilación, mientras que aquellos que optaron por retornar hace unos años vuelven ahora al Estado helvético en busca de oportunidades.

De ese primer grupo son casos como el de Manolo, un vecino de Mabegondo (A Coruña). «Agora vou acabar de traballar alí, pero logo veño para aquí porque alí coa paga que che dan non fas nada e aquí é unha boa paga», dice.

Mayor competencia

Los que pertenecen al segundo grupo encuentran un escenario diferente al que había hace años porque la emigración a Suiza desde los diferentes Estados europeos es cada vez mayor. Además, el idioma se ha convertido en algo prácticamente indispensable para hallar empleo.

Uno de los representantes del Consejo de Residentes en el Extranjero (CRE), Raimundo Insua, piensa que eso podría tener una consecuencia inmediata. «Non descarto de momento que Suiza volva aplicar limitacións de acceso nas fronteiras coma nos vellos tempos. De momento xa aplicou a cláusula de salvagarda prevista nos convenios bilaterais entre Suíza e a Unión Europea e que entrou en vigor o 1 de maio», asegura. Esto implica, según añade, que «a partir desa data haberá continxentes para otorgar permisos de estancia a varios países da UE (Estonia, Lituania, Letonia, Hungría, Polonia, Eslovaquia e República Checa) hasta o 2013 con posibilidade de engadir un ano».

Y es que no solo de Galicia llegan trabajadores a Suiza. «Máis ou menos cada semana veñen por aquí dúas ou tres persoas a buscar traballo. Pero chegan de todas partes de España, non só galegos. Veñen de Madrid, Extremadura, de todas partes. Galegos coñezo moitos que marcharan para alá e agora están regresando para aquí». Esa es la descripción que hace Manuel Crespo, un emigrante de Rodeiro que tiene un mesón en Berna. Lleva treinta años en ese Estado centroeuropeo y ha visto cómo han ido cambiando las cosas en todo ese tiempo. Igual que un vecino de Cabana de Bergantiños, José Manuel Mosqueira, que corrobora también que «agora non é como nos anos setenta. Hai xente que veu, non coñece ben o idioma, e levan dous ou tres meses por aquí e aínda non atoparon un traballo».

Y pone el ejemplo de una joven nacida en Suiza que regresó a Galicia de niña y volvió a su país natal hace poco. «Dende que se puxo a buscar traballo aínda tardou catro meses en atopar un nun hotel», explica.

«Agarrar o que haxa»

Es distinto para los que han trabajado allí antes. «Hai unha amiga que volvera para Galicia hai uns anos e agora veuse para aquí outra vez. Ten traballo», asegura otro emigrante. Pero Suiza no es lo que era. «Están volvendo moitos, pero agora non hai o traballo que había antes. Hai que falar», explica uno de los miembros de la directiva del colectivo Sementeira, Enrique Fernández, que reitera que hay que saber el idioma. Y desde uno de los centros gallegos en Ginebra explican que «agora non é como era, hai que agarrar o traballo que che dean, o que haxa».