El relevo de Romay Beccaría atasca al PP

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El Parlamento suspende un pleno para elegir nuevo senador autonómico después de haberlo anunciado

20 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Al PP gallego no le resultó nada fácil en su día renovar como senador autonómico a Manuel Fraga, el presidente y fundador del partido que, en marzo del 2008, tuvo que resignarse a ser elegido únicamente con el apoyo del PSdeG y del BNG, debido a que su grupo provocó un voto nulo masivo para expresar su desacuerdo con el reparto de los escaños en la Cámara alta. Y ahora, a los populares se les está atragantando el trámite de sustituir en el Senado a Romay Beccaría, otra figura señera del PP, que pasa por ser el padre político del presidente de la Xunta o del alcalde de A Coruña y que, a través de sus pupilos, acabó al final ganando la carrera de la sucesión de Fraga en el año 2006.

Los movimientos soterrados que se están produciendo en el partido de la gaviota para decidir el relevo de Romay, que hace mes y medio dejó su escaño para convertirse en presidente del Consejo de Estado, saltaron esta semana a la luz con el anuncio, y posterior cancelación, de un pleno extraordinario en el Parlamento gallego dirigido a cubrir la vacante.

El jefe del grupo de los populares en O Hórreo, Pedro Puy, daba cuenta el martes, tras la reunión de la Xunta de Portavoces, de la convocatoria de este pleno y de que el nombre promovido para reemplazar a Romay tendría que entrar en el registro de la Cámara, como muy tarde, antes de las 18 horas del pasado viernes. Pero el plazo expiró sin que el PP moviera ficha y sin que ninguno de sus dirigentes se aventure a ponerle en estos momentos rostro a un nombramiento sobre el cual Núñez Feijoo se reserva la última palabra.

Rivalidad territorial

El conflicto que subyace en esta designación tiene que ver con la rivalidad territorial entre las familias del PP y el especial empeño que tiene Feijoo de que los puntuales del partido no dispersen su trabajo asumiendo varias responsabilidades. Se lo pidió en su día a los miembros del Gobierno, obligando a cuatro de ellos (Rueda, Hernández, Mato y Quintana) a renunciar al escaño en O Hórreo para centrarse en la Xunta, criterio que también es extensible a los presidentes de las diputaciones o alcaldes de las ciudades.

Esta circunstancia jugó en contra de las opciones que podría tener el regidor de A Coruña, Carlos Negreira, que tras dejar correr su candidatura para suceder en el Senado a su mentor político acabó cerrándose él mismo este camino la semana pasada, cuando proclamó que lo que quería es dedicarse «en cuerpo y alma a los coruñeses».

El PP coruñés intenta reaccionar al descarte de Negreira promoviendo otros nombres de esta provincia, haciendo valer que es también a la que pertenece Romay Beccaría. En cartera se ponen nombres como el del alcalde de A Baña, García Cardeso, o incluso el de Álvarez Campana.

Pero esta regla la discuten abiertamente desde otros territorios, sobre todo después de que la provincia coruñesa quemara alguna nave promoviendo al alcalde de Ferrol como presidente de la Fegamp.

La provincia de Pontevedra o incluso la de Lugo, la única que no está representada en el Consello de la Xunta, piden paso en el Senado, mientras que Ourense, que ya tiene el otro senador por designación (Jiménez Morán), tendría menos opciones. La ecuación está pendiente de ser resuelta y según sea el resultado, que se conocerá seguramente en los próximos días, se sabrá realmente quién o quiénes marcan ahora los ritmos en el PP de Feijoo.