«Viron a algún dos mortos e a persoas vivas no mar, e fixeron o que puideron»

María Hermida
maría hermida RIBEIRA / LA VOZ

GALICIA

El armador del «Mar da Galega», el barco de Muros que rescató a los supervivientes, relata cómo fue la operación

18 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Quizás porque le tocó hacerlo en bastantes ocasiones, Muros es un pueblo acostumbrado a digerir las tragedias del mar. Pero ayer cundía la desesperanza. Demasiado dolor, demasiadas coincidencias en escaso tiempo. Con la herida todavía abierta del accidente del Santa Ana, que se cobró ocho vidas -entre ellas las de tres vecinos del municipio-, otra vez, volvían a llegar malas noticias de Asturias: un nuevo naufragio de un buque gallego. Y una tripulación muradana, la del barco Mar da Galega, que se topó de frente con el drama. Fueron sus marineros quienes sacaron del mar a los siete supervivientes. Manuel Lago, propietario de este buque, contaba así lo que vivieron sus trabajadores: «Viron a algún dos mortos e a persoas vivas no mar e fixeron todo o que puideron».

Hasta horas después del naufragio, Lago no logró mantener una conversación telefónica larga con la tripulación. «Están tocados, e cando souben do naufraxio e chamei, aínda andaban cos temas do rescate, tiñan a tres persoas a bordo e estaban nerviosos, como é lóxico». Cuando las cosas se calmaron y los heridos ya iban rumbo a los distintos hospitales, fue el patrón de pesca del barco, el muradano Eduardo Manuel Pena López, quien le contó cómo sucedieron las cosas. El Mar da Galega, al igual que el buque siniestrado, llevaba varias horas de faena. Al parecer, de repente, los tripulantes del buque de Muros se dieron cuenta de que el otro barco, el Mar Nosso, había desaparecido del radar. Y no les olió bien.

Al poco tiempo, y según le contaron a Manuel Lago, «xa viron ao lonxe algo raro, estarían máis ou menos a unha milla, achegáronse e, segundo dixeron, viron a dous mortos e a algúns tripulantes vivos, así que foron a por estes, para intentar salvar aos máximos posibles. Uns estaban subidos á quilla e outros no mar; intentaron collelos a todos». Dice que tardarían unos diez minutos en llegar desde que vieron a lo lejos al pesquero siniestrado hasta que comenzaron el rescate. Lograron subir a siete personas a bordo. Mientras, vieron cómo otro barco lograba coger también a los fallecidos, ya que ellos se centraron en salvar a los vivos.

Ocho tripulantes

Horas después del accidente, y de que lograron salvar a siete personas, la tripulación del Mar da Galega seguía muy afectada. Al cierre de esta edición, el barco estaba regresando a tierra. Y Manuel Lago, de la armadora, señalaba: «Están tocados, non teñen nin ganas de falar, isto é moi duro».

Los tripulantes del Mar da Galega son ocho. Se trata de un buque arrastrero que, como otros gallegos, está pescando en la costa de Asturias, en una campaña preñada de drama que no deja de golpear a Galicia.