El accidente de Angrois y la desmemoria en Renfe

Pablo González
Pablo González REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Álvaro Ballesteros

El cargo de seguridad que habría recibido la alerta de peligro declaró que no la recuerda y demostró lagunas en su conocimiento de la línea

23 abr 2014 . Actualizado a las 10:30 h.

La memoria es frágil. Pero a veces también es selectiva. Olvida lo que es mejor olvidar y recuerda vívidamente lo que la jerarquía quiere que se diga sobre el accidente del Alvia en Angrois. Esta es la impresión que tienen muchos abogados de la declaración de Ángel Lluch Perales, el cargo intermedio de la gerencia de Seguridad de Viajeros de Renfe que habría recibido la alerta de peligro del jefe de maquinistas de Ourense en un correo electrónico enviado por José Ramón Iglesias Mazaira el 26 de enero del 2012. De la existencia de ese correo hay pruebas en el sumario, pues fue rescatado de la bandeja de salida del ordenador del hombre que consideraba insuficiente la señalización en la curva de Angrois. En el vídeo de su declaración como testigo, el juez Luis Aláez le pregunta directamente a Lluch sobre este asunto.

-Usted en la declaración firmada que aporta Renfe asegura que no había recibido ese correo.

-Que no me constaba.

-Que no le constaba, sí. Y que respecto a lo que se decía en ese informe sobre la transición de velocidad, aseguraba que se ajustaba a la normativa reglamentaria. ¿Mantiene usted eso?

-Sí.

-¿Ha recordado haber recibido ese correo?

-No lo he recordado. Y he revisado varias veces los correos que tengo archivados y no lo he visto.

Lluch admite haber hablado por teléfono con Iglesias Mazaira, pero solo de los fallos en la transición de ERTMS a ASFA. Del cambio brusco de velocidad de 200 a 80 por hora «no tengo ningún recuerdo y menos en tono denuncia», dice.

Sobre la presunta idoneidad reglamentaria del tramo del accidente, el abogado de gran parte de las víctimas le pregunta si cree que una de las señales está correctamente situada en las vías. Aunque en el escrito firmado por Lluch que Renfe aportó al juzgado aseguraba que ese tramo se adaptaba a la normativa, en el fragor del interrogatorio ya no se muestra tan seguro.

-Es que no lo conozco en profundidad para decir si es adecuado o no. Sería una especulación. No lo conozco.

Varios letrados le recriminan el «atrevimiento» de firmar ese documento sin un conocimiento profundo del tramo y sin haber circulado por él, pues Lluch también es maquinista. El cargo de Renfe admite incluso que la primera vez que pasó por la curva de Angrois fue el día anterior, para trasladarse a Santiago y asistir a su declaración.

Más adelante alega que le llegan una media de 80 correos diarios y que algunos, «cuando pierden su vigencia», los elimina. También admite que no sería inaudito que Iglesias Mazaira le enviara un correo. Le mandaba al menos uno sobre seguridad todos los meses.

Mejora en los recuerdos

La memoria del cargo de Renfe funciona bien cuando explica los canales establecidos para este tipo de denuncias, recordando incluso que Iglesias Mazaira era vocal de la comisión de seguridad del noroeste, algo que no es del todo exacto.

-¿No sabe usted que es vocal por delegación [de su superior]?, le pregunta un abogado.

-Tengo aquí las actas y él figura como vocal.

Otro abogado le comenta que, aunque efectivamente hubiera recibido el aviso, no habría hecho nada, pues pensaba que la señalización era reglamentaria.

-Eso es un juicio de valor que no puedo contestar.

El abogado insiste. Repregunta.

-Eso es una especulación. Depende de las circunstancias en las que hubiera recibido el correo. No puedo decir lo que habría hecho. No puedo contestar de forma descontextualizada.

Como el abogado insiste, el responsable le dice que habría recomendado al jefe de maquinistas que se dirigiera a la estructura de seguridad territorial.

La abogada del Estado recuerda que con la propuesta del jefe de maquinistas el tren no hubiera frenado solo. Manuel Prieto, el abogado del maquinista imputado, le recrimina la «frivolidad», «con tantos cadáveres que hay». El letrado recuerda al testigo que incluso le comentó a Iglesias por teléfono que la transición de velocidad se ajustaba a la norma. Lluch tampoco lo recuerda. El cargo de Renfe termina su declaración diciendo que no veía ningún riesgo en el cambio de velocidad de Angrois, que era uno más de tantos que hay en la red ferroviaria.