La Xunta se queda sola en su «adaptación a Galicia» de la reforma local de Rajoy

M. Cheda SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Solicita a la jueza que abra una pieza separada sobre la supuesta relación del concurso y la financiación del PP

23 abr 2014 . Actualizado a las 10:21 h.

No habrá frente común para encajar en el pie gallego el zapato de la reforma local de Rajoy. El PPdeG fracasó ayer en su intento de sumar adhesiones a esa causa entre las fuerzas de la oposición en el Parlamento, que por unanimidad exigieron al Gobierno autónomo la retirada de su proyecto de medidas urgentes para «adaptar» a las «peculiaridades» de la comunidad la flamante ley española, cuya aplicación ya está generando problemas de gestión en los ayuntamientos. PSdeG, AGE, BNG y la diputada del grupo mixto reclamaron al Ejecutivo que, en lugar de «parchear» el nuevo marco normativo estatal, lo recurra ante el Tribunal Constitucional (TC). Al final, diálogo de sordos y, con una baja en ambos bandos, un clásico: 33 votos contra 40. La iniciativa del Gabinete Feijoo salva el debate de totalidad y continúa, por la vía rápida, su tramitación en la Cámara. En cosa de un mes podría regir ya.

El vicepresidente de la Xunta acudió al hemiciclo a defender su idea para contrarrestar la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local: a falta de una posterior contrarreforma a fondo, un compendio de 11 artículos «cunha clara vocación práctica, explicativa e aclaratoria, e en resposta ás demandas dos concellos». Básicamente, adujo, se trata de impedir que los ayuntamientos cesen en la prestación de servicios básicos que hasta la fecha vienen ofreciendo a la ciudadanía en materia de igualdad, consumo, escuelas infantiles y juventud, entre otras. En su intervención, Alfonso Rueda deslizó que el Ministerio de Hacienda estudia formular un recurso contra esa estrategia, si bien espetó: «Se o Goberno central plantexa calquera iniciativa de anticonstitucionalidade, estaríase equivocando. Nós estamos defendendo a Galicia».

En el polo opuesto, la izquierda y los nacionalistas coincidieron en desacreditar su proyecto, que ven descafeinado en exceso. De hecho, la parlamentaria socialista Beatriz Sestayo afeó a Rueda su «submisión» ante Rajoy. «Fronte á imposición do PP -proclamó- vostede cala. [...] Forma parte do coro de colaboracionistas coa destrución de toda a arquitectura institucional que temos». En una línea similar, la portavoz de Alternativa Galega de Esquerda, Yolanda Díaz, demandó al número dos de Feijoo que «sexa un gobernante de seu», llame a la puerta del TC e impida así que Madrid «invada competencias» y pisotee un par de artículos del Estatuto de Autonomía. A los argumentos de ambas recurrió la diputada del Bloque Tareixa Paz, quien elevó el tono de los reproches acusando al vicepresidente de combatir con una «chapuza» la «lei infame de Montoro», así como de reaccionar con «complacencia» ante ese «expolio» de atribuciones propias que supone la reforma local.

Al acalorado intercambio de pareceres había precedido otro totalmente opuesto: el de aprobación de la ley de modificación del Consello Consultivo, que, tras sustanciales variaciones en su redacción original, recabó los votos a favor del PP y del PSOE (57), las abstenciones del BNG (7) y de la representante del Grupo Mixto y la única oposición de AGE (8). A partir de ahora ya no será el Gobierno el que designe a los cinco miembros electivos del citado órgano asesor, sino, al alimón, el Ejecutivo (40 % de los integrantes) y el Legislativo (60 %).

Además, el presidente de la institución no lo señalará el titular de la Xunta, como en un principio pretendía el PP. Lo escogerán, de entre ellos mismos, los propios consejeros del ente.