Pedro Puy sobre Pilar Rojo: «El árbitro es muy bueno, pero a veces se discute cuando pitan una falta»

D. S. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El portavoz del PP en el Parlamento gallego quiso sacarle hierro al rifirrafe que mantuvo el miércoles con la presidenta de la Cámara

25 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El portavoz del PP en el Parlamento gallego, Pedro Puy Fraga, le sacó ayer hierro al rifirrafe que mantuvo el miércoles con la presidenta de la Cámara y compañera de filas del partido, Pilar Rojo, cuando esta le negó la palabra en un debate, decisión contra la que Puy se rebeló golpeando la mesa de su escaño y amagando con abandonar el hemiciclo. «Posiblemente cometí algún exceso por mi parte por pedir la palabra con demasiada vehemencia», manifestó el portavoz popular, quien describió con una metáfora futbolística lo ocurrido: «El árbitro es muy bueno y hace buenos arbitrajes, pero a veces se discute cuando pitan una falta, y eso es todo».

Los enfrentamientos verbales de Rojo con los diputados no son para nada infrecuentes, sobre todo cuando al otro lado se sitúa un representante de la bancada de la oposición. Pero lo llamativo es que el rifirrafe se produjo entre dos miembros del mismo partido que, además, comparten silla junto a Feijoo en la dirección del PP.

Es por ello que el propio presidente de la Xunta se pronunció ayer sobre la polémica, pero sin tomar partido ni por uno ni por el otro. De Pilar Rojo dijo Feijoo que «é a presidenta das deputadas e deputados que conformamos o Parlamento», pero también añadió sobre Pedro Puy: «Temos, na miña opinión, un excelente portavoz do grupo maioritario da Cámara. E isto é o resumo do resumo», esgrimió.

El líder de los populares optó así por rebajar la trascendencia del rifirrafe parlamentario, al igual que hizo Pedro Puy, quien insistió en hablar de «un incidente muy menor» por el cual ya tuvo la oportunidad de excusarse con la presidenta de la Cámara. Y pese a tratarse del segundo enfrentamiento entre Rojo y Puy en una sesión del Parlamento, el segundo valoró que este hecho en nada va a deteriorar su relación política y personal con la presidenta del Parlamento.