La penúltima chapuza de Gallardón

Carlos Punzón
Carlos Punzón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El ministro desoyó más de medio año el clamor contra la centralización judicial, para rectificar antes de las elecciones y de manera poco fiable

02 ago 2014 . Actualizado a las 11:32 h.

Más de seis meses de estériles oídos sordos a jueces, fiscales, abogados, procuradores, funcionarios judiciales, instituciones de todo nivel, sindicatos y partidos, incluidos infinidad de cargos del PP o la propia Xunta. Ese es el tiempo y la actitud que el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, se ha tomado antes de anunciar el jueves en Santiago su capitulación en su intención de recentralizar en las capitales de provincia el grueso de la actividad jurídica eliminando partidos judiciales (45 en Galicia) y los tribunales de instancia de poblaciones como Vigo, Santiago y Ferrol.

La crispación generada en el sector jurídico por su propuesta de reforma del poder judicial se ha cobrado solo en Galicia decenas de protestas que nunca tuvieron visos de ser atendidas por el ministerio, pese a contar su plan solo con el apoyo de la comisión permanente del Consejo General del Poder Judicial. Por ello, «chapuza» es la palabra más empleada por profesionales del sector para calificar la estrategia ministerial para admitir ahora la continuidad de parte del modelo que pretendía erradicar.

El ministerio recalcaba ayer que las «propuestas de comunidades como Galicia» son las que motivaron la rectificación. Pero lejos de un triunfalismo pleno, la hasta ahora cerrazón del ministro está contribuyendo a que se mantenga una notable desconfianza a otra marcha atrás.

«De Gallardón non me fío», llega a señalar el juez Xermán Varela, portavoz en Galicia de Jueces para la Democracia. «Mostra un desprezo profundo á xudicatura, aos avogados, aos procuradores, e non se sabe que quere dicir nunca. É a ambigüidade e a confusión continua», añade el magistrado pontevedrés, que admite desconocer qué criterio ha seguido el ministerio «para tratar de facer unha ordenación xudicial ao marxe da realidade sociolóxica dos territorios». Varela eso sí, alerta de la reforma judicial que sigue en marcha. «É terrible e tremenda, se está a ver donde se poñen os xulgados pero o máis forte é o como vai ser a Xustiza: menos independente e ao arbitrio de poderes políticos», asegura.

Mientras el decano de los jueces de Vigo, Germán Serrano, prefiere hacer una lectura positiva de la rectificación ministerial, aunque aguarda a ver cómo la recoge el texto legal, el decano de los abogados de Santiago, Evaristo Nogueira, advierte que su colectivo no se acaba de fiar y estará alerta para comprobar que la presión social ha tenido resultado. «Hasta hace 15 días no iba a haber cambios, se lo aseguro, y hubiera sido otra tasa a la ciudadanía al tener que desplazarse desde sus domicilios a los juzgados provinciales», reflexiona.

Colectivos profesionales como Alternativas Xustiza auguran que la rectificación no será completa y que solo la proximidad de las elecciones municipales ha motivado el paso atrás por la presión de alcaldes y presidentes del PP.

La misma cautela es expresada por Francisco Jorquera, «porque o BNG non se fía un pelo de Gallardón», postura compartida por Yolanda Díaz (AGE) que pide la retirada del texto de reforma judicial, como José Luis Méndez Romeu (PSOE) reclama el mantenimiento de los 45 partidos judiciales, como lo hace incluso Pedro Puy (PP), según informa Elisa Álvarez.