Enrique Ferrero Rodríguez todavía se encuentra muy afectado y con asistencia psicológica
27 ago 2014 . Actualizado a las 09:30 h.El sargento Enrique Ferrero Rodríguez, que salvó la vida del deportista coruñés Damián Ramos el pasado fin de semana en el pico leonés de La Polinesa, todavía se encuentra muy afectado y con asistencia psicológica.
El guardia civil, miembro del Grupo de Rescate de Intervención de Montaña (Greim) descendió del helicóptero hasta la cornisa de dos metros cuadrados a la que había caído Ramos. Estaban a más de 2.200 metros de altura y supo reaccionar en el momento justo para salvarle la vida al deportista. Incluso protegió a Ramos con su propio cuerpo para evitar que las rocas que saltaron en el momento del accidente lo dañasen, pero nada pudo hacer por sus compañeros. Una de las aspas de la aeronave colisionó contra la pared del pico, lo que desestabilizó el aparato, que cayó ladera abajo y acabó en llamas. Murieron los tres agentes que estaban en su interior. Dos de ellos, pilotos expertos. Eran el capitán Emilio Pérez Peláez (55 años), el teniente Marcos Antonio Benito Rodríguez (48) y el agente, también del Greim, José Martínez Cornejo (49).
El sargento Ferrero no flaqueó en ningún momento, ni tras el accidente. «Es admirable la entereza que siempre tuvo. Nos decía que en ningún momento nos iba a dejar y que nos iba a sacar de allí como fuera», explicó Javier Pérez, que acompañó durante toda la noche a Ramos hasta que llegaron los servicios de emergencias. Incluso recibió la llamada del rey Felipe VI, que lo telefoneó el domingo por la tarde para expresarle sus condolencias y agradecerle su trabajo, según informó Diario de León. Pero el lunes se vino abajo. En cuanto tuvo tiempo para pensar en todo lo sucedido.
Quienes le conocen y han hablado con él aseguran que «está feliz por haber salvado la vida y triste por perder a sus amigos». Explican que el domingo todavía se encontraba en una nube, sin ser muy consciente de lo sucedido, pero que ahora necesita apoyo: «Él y todos sus compañeros del Greim están preparados para situaciones como la que ocurrió el domingo. Siguió el procedimiento al pie de la letra y no se derrumbó en ningún momento», indicó un portavoz del instituto armado, que destacó el hecho de que participase también en el rescate de los cuerpos de sus compañeros.
En cuanto a la preparación que reciben los agentes del Greim, la Guardia Civil explica que realizan un curso de nueve meses en Candanchú, en Jaca: «Es muy duro y no todo el mundo es seleccionado para la unidad porque además de tener unas condiciones físicas muy buenas también son muy importantes las condiciones psicológicas. Él lleva en la unidad desde el año 2005».