El responsable local del PSOE y padre de una de las contratadas llama calumniador al denunciante

La Voz

GALICIA

27 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La remisión a la Fiscalía por parte de la plataforma ciudadana Xuntos de información sobre 16 contrataciones de allegados de dirigentes del PSOE no fue suficiente para que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, realizase ayer valoración alguna al respecto, pese a solicitárselo de nuevo en una comparecencia pública los medios de comunicación.

El regidor se remitió a un comunicado del secretario general del PSOE vigués, Manel Gallego, en el que descalifica y «despreza» a Carlos González Armada, coordinador de la plataforma que ha llevado los casos de los supuestos enchufes a la Fiscalía. Gallego es precisamente uno de los implicados en la trama denunciada, al ser su hija contratada por Abel Caballero en la alcaldía. El secretario local del PSOE no respondió a ninguna de las acusaciones ni negó en su comunicado los casos denunciados por Xuntos, limitándose a señalar que González Armada «ten xa un pasado de denuncia falsa e calumnias». Gallego acusa al denunciante de haberse «aliñado cos especuladores» y con el «pelotazo urbanístico» en el 2008 al recurrir el Plan Xeral. El número dos del PSOE vigués tacha al coordinador de Xuntos de «calumniador» por haber presentado entonces una querella por prevaricación contra Caballero por el sistema adoptado en la aprobación del documento urbanístico, denuncia, dice, «completamente falsa, dado que non surtiu ningún efecto», interpreta.

El BNG, para quien Xuntos pidió que se amplíen las actuaciones de la Fiscalía, al considerarlos «encubridores» de las supuestas contrataciones irregulares, reclamó ayer que cualquiera que tenga pruebas de ilegalidades las lleve al juzgado. «Que se investigue todo o que se ten que investigar, e se alguén ten constancia de algo irregular, afecte a quen afecte, que o denuncie», dijo Iolanda Veloso, portavoz municipal del Bloque. Compromiso por Galicia exigió a Príncipe y a Figueroa que cuenten lo que sepan al fiscal y Anova pone el foco en el bajo control que creen se ejerce de las concesionarias.