¿Por qué una farola puede llegar a matar?

M. A. LA VOZ

GALICIA

SANDRA ALONSO

Una alteración externa o el deterioro del dispositivo puede provocar descargas

16 sep 2014 . Actualizado a las 20:38 h.

La corriente eléctrica siempre busca el camino más fácil. Y el cuerpo humano puede comportarse como un conductor. De producirse, puede provocar distintas lesiones, desde quemaduras hasta la muerte. Esta última fue la trágica consecuencia del suceso ocurrido la madrugada del domingo al lunes durante las fiestas del barrio compostelano de Vite, donde una niña de 14 años perdió la vida al recibir una descarga eléctrica de una farola del alumbrado público. ¿Qué pudo provocar el fallo? La Policía Científica se encarga de la investigación que determinará las causas. Expertos consultados por La Voz apuntan varios supuestos que podrían derivar en una descarga.

Cúmulo de circunstancias

Una farola podría encontrarse en perfecto funcionamiento y soltar descarga por causas externas. Sería un cúmulo de circunstancias lo que desencadenaría una electrocución, al cargarse de electricidad la carcasa metálica del dispositivo, que derivará toda esa energía a tierra a través de algún otro elemento que funcione como un «cable» para conducir esa corriente. Un cuerpo humano lo haría. Pero, ¿de dónde saldría esa electricidad? De una fuente de energía. Por ejemplo, un cable cercano, como los que se usan para llevar corriente en las fiestas, a 380 voltios, podría derivar a la farola y sería suficiente para causar lesiones. Aun así, con un buen aislamiento, y en seco, la electrocución no tendría por qué ser letal ni siquiera producirse.

En el caso de Santiago, según las primeras hipótesis, la pequeña tocó la farola y una valla metálica con los pies mojados, lo que provocaría que su propio cuerpo derivase a tierra esa corriente. Con todo, las fuentes consultadas señalan que el nivel de la descarga puede también variar en función de diversos factores como la cantidad de fluidos en el cuerpo, la masa del mismo, la posición (agachado o en cuclillas...), descalzo o en calcetines, aislado del suelo... No obstante, aun sin tocar un tercer elemento metálico, la presencia de agua y corriente, obviamente, suponen una peligrosa combinación que, unidas a la alteración del dispositivo, produciría una descarga.

Fallo del dispositivo

Si algún elemento del alumbrado estuviese dañado también podría generar descarga al contacto. Lo que mata son los amperios. Esto es, la intesidad. Si circula una corriente considerable, quema. Y, al parecer, el cuerpo de la víctima saltó hacia atrás al recibir la descarga. Eso implicaría, a priori, una descarga superior a 220 voltios, la tensión habitual en viviendas. A mayor tensión (alta tensión) la cantidad de energía que pasa por un cuerpo, lo quema, sin que este salga despedido.

De mucho menor alcance son los fallos en la puesta de masa domésticos. Son los causantes de los calambres que cualquier usuario ha podido sufrir en más de una ocasión al manipular algún aparato eléctrico u otros elementos.

Deficiencias en el mantenimiento

Si no hay cables alrededor del dispositivo, y los registros del mismo están debidamente sellados, el fallo está en el interior. Es decir, bien el cableado interno u otro componente deteriorado trasmite la corriente a la carcasa de la farola, en vez de a la bombilla. La electricidad permanece así hasta que encuentre una salida a tierra. Es entonces cuando puede ser letal.