El fiscal rebaja de 15 a 3 años la petición de cárcel para un hombre que intentó electrocutar a su pareja

Roi Palmás
roi palmás PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

Valora el «desestimiento activo» del acusado, que está en prisión

17 sep 2014 . Actualizado a las 12:56 h.

El juicio por violencia machista del hombre que intentó electrocutar y estrangular a su pareja en Vigo el 3 de noviembre del 2012 ha quedado visto para sentencia con una importante rebaja en la petición de la Fiscalía, que había solicitado casi 15 años de prisión para el acusado, y que finalmente la redujo a 3.

El motivo de esa reducción en la petición fiscal se debe a que se descarta el asesinato en grado de tentativa y se reduce a un delito de lesiones, teniendo en cuenta el «desistimiento activo» del autor de los hechos, dado que fue él quien alertó a los servicios de emergencia, colaboró con los sanitarios y reconoció ser el autor de los hechos.

El procesado está en prisión preventiva por lo ocurrido en el piso que compartía con la que era su pareja sentimental, y su defensa pide una pena que no supere los doce meses ?que ya habría cumplido sobradamente?, con lo que quedaría en libertad. La acusación particular se mantiene firme en la petición inicial de casi 15 años de cárcel.

En las declaraciones ha quedado claro que hubo una fuerte discusión que concluyó con un forcejeo en el que el varón acabó por agarrar del cuello a la mujer y apretar fuertemente durante varios segundos hasta que ella cayó inconsciente. Así lo certificó en su versión el acusado, que fue corroborada por las marcas aparecidas en el cuerpo de la víctima. Al ser trasladada cayó en coma en la uci y corrió un serio riesgo de muerte.

El encausado, que lleva en tratamiento psiquiátrico desde el 2009, declaró no haber sido consciente de lo ocurrido y acabó pidiendo perdón, mientras que la víctima señaló que «es muy costoso reconocer que eres una víctima de violencia machista».

La prueba del calefactor

El elemento clave en el juicio ha sido el calefactor con el que se intentó electrocutar a la mujer mientras se estaba dando un baño. El acusado sostuvo ante la jueza que lo empleó como una simple amenaza contra sí mismo para asustar a la mujer, sabiendo que al contacto con el agua produciría un cortocircuito en el diferencial y no provocaría daños.

La versión de la mujer es otra. Ella dice que estaba en la bañera cuando él arrojó el calefactor que usaba habitualmente en su trabajo de vigilante de seguridad con la intención de quitarle la vida. Las pruebas periciales presentadas demostraron que sí estuvo dentro del agua y que efectivamente saltó el diferencial.