Atropella al conductor de un bus escolar que le pedía que retirase su vehículo

Toni Silva CAMBRE / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

El agresor, padre de una alumna, bloqueaba el acceso a un colegio de Cambre y le propinó dos golpes antes de arrollarlo

31 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El conductor de un autobús escolar fue agredido y atropellado por el padre de una alumna del colegio ante el que se disponía a aparcar. Ramón Vaamonde, de 45 años y trabajador de la empresa Autos Vázquez, se encontró el miércoles por la mañana con un Audi A2 que le impedía aproximar el autocar a la acera a la que debían descender decenas de alumnos del colegio Wenceslao Fernández Flórez de Cambre. Tras avisar con el claxon y pedir al propietario que lo retirase, este se encaró con el conductor. «Me empezó a decir que él hacía lo que le salía de los huevos, que yo no era nadie para darle órdenes?», relata el agredido.

Al decirle que llamaría a la Policía, el dueño del Audi le contestó entonces que si lo hacía le iba a «abrir la cabeza», añadiendo además que hacía yudo. Ramón cumplió su amenaza. Y fue en ese momento, al girarse para telefonear a los agentes, cuando el hombre golpeó dos veces al conductor del autobús, una escena que presenciaron profesores y alumnos. Varios compañeros de Ramón repelieron al agresor, un joven corpulento que poco podía imaginar que el hombre al que golpeaba había llevado hace casi dos décadas a su propia esposa en la línea del bus escolar. «Ella y su madre me tienen mucho aprecio. En días de lluvia yo me salía de la ruta para que se bajara ante la puerta de su casa», recuerda Ramón.

El incidente no acabó con los golpes. Cuando la Policía Local de Cambre ya estaba de camino (el colegio, el Ayuntamiento y la sede policial están en la misma manzana), el agresor hizo ademán de marcharse. Ramón se colocó delante del Audi para evitar la fuga. «Intentó atropellarme dos veces, y a la tercera me tuve que tirar a un lado. Me golpeó la rodilla, pero pudo ser peor», recuerda Ramón, quien acabó en ese momento su jornada para acudir al centro médico de Cambre. De allí lo remitieron al Hospital A Coruña de donde salió con un parte que recoge contusiones en el cuello y en la zona lumbar.

Tras pasar por los médicos, ya por la tarde, acudió al cuartel de la Policía Local para presentar la denuncia, donde consta la matrícula del vehículo. «Creo que cometí un error», reconoce Ramón Vaamonde, padre de dos hijos y vecino de Curtis. «Cuando el hombre me hacía aspavientos debí avisar a la policía desde dentro del autobús y no bajar a razonar con él. Habría evitado la agresión». Lleva 18 años trabajando como conductor de autobús.

«Nunca me había pasado»

Además de hacer líneas regulares, en la actualidad reparte niños en colegios de Cambre, Curtis, Oza-Cesuras o Betanzos. Él y sus compañeros aseguran que es «muy frecuente» toparse con coches particulares que invaden la zona que está reservada para ellos. «Una vez en ese mismo colegio de Cambre tuvimos que caminar con los niños unos 400 metros porque los coches nos entorpecían el acceso», recuerda Vaamonde. «Lo normal es se aparten en cuanto te ven, o al menos apuren sus maniobras, pero lo que me ocurrió esta semana nunca me había pasado». Ayer se incorporó al trabajo, acompañado por un collarín que se coloca cuando no está al volante. Regresó al lugar de la agresión. «Esta vez ya había policía delante del colegio».

Hace años el conductor llevaba al colegio a la mujer de su agresor