El maquinista del Alvia recibe el alta y ya puede trabajar en Renfe

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRIGUEZ

Francisco José Garzón Amo no volverá a conducir trenes y se centrará en trabajos administrativos de apoyo a sus compañeros

22 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Está mejor, dicen en su entorno. Sufrió una cierta recaída en el aniversario del accidente de Santiago. Aquel 24 de julio del 2013 volvió con más ímpetu a su cabeza. Todos los telediarios reproduciendo aquellas imágenes. Su voz grabada, cuando hablaba con el centro de control de Atocha, otra vez en los informativos. Las víctimas y sus familiares retornando a las vías de Angrois... Pero Francisco José Garzón Amo (A Coruña, 1961) acaba de recibir el alta por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social. Una vez cumplido un año desde el accidente, el maquinista imputado por 79 homicidios imprudentes se ha sometido al examen médico preceptivo, en el que se ha concluido que las secuelas psicológicas del accidente se han atenuado y no le impiden volver al trabajo en su empresa, Renfe.

El alta está fechada el pasado 13 de noviembre, pero Garzón Amo aún no ha empezado a trabajar, según distintas fuentes consultadas. Al parecer, disfruta de los días de vacaciones preceptivos antes de reincorporarse a un destino que por el momento no se ha definido. Pero no volverá a conducir trenes. Hay muchos maquinistas que no lo hacen. Un simple problema de hipertensión y se les destina a otro tipo de tareas. Y para alguien que ha tenido un accidente tan grave existe el pacto tácito de no ponerlo en la situación de volver a enfrentarse al cuadro de mandos de la cabina de un tren.

Él mismo, según su entorno, asume que no puede hacerlo. «Le encanta su profesión, disfruta con ella. Pero sabe que al menos durante un tiempo no podrá conducir trenes», dicen. Todos los maquinistas que sufren un accidente grave terminan en las oficinas.

No obstante, a la evaluación que hace la Seguridad Social le seguirá ahora la de Renfe, que afinará aún más la situación personal y médica de Garzón Amo. Es probablemente en este examen donde se acredite que su labor no puede realizarse en los trenes. Son varios centenares los maquinistas que en toda España desarrollan un trabajo administrativo, relacionado con la confección de las hojas de control, los documentos de tren y otros aspectos relacionados con el apoyo a los compañeros que sí conducen.

Reincorporación

Funciones como esta son las que probablemente asuma Francisco José Garzón Amo cuando se reincorpore a su puesto de trabajo. El viernes día 14 acudió a las dependencias de Renfe para presentar el alta. El lunes pasado volvió para aclarar cuándo debía reincorporarse. Pero la empresa le debe días libres, vacaciones del 2013 y de este año. Así que se espera que esté trabajando en su nuevo puesto a mediados de enero.

Garzón ingresó en Renfe como peón especializado el 2 de diciembre del 1982. Después cumplió su sueño de ser maquinista. «Mi profesión es bonita. Implica muchos riesgos. Pero es la que tengo y me gusta. Punto», declaró en su momento ante el juez.

El maquinista del Alvia pidió perdón a las víctimas coincidiendo con el primer aniversario del accidente, en una carta publicada en el libro de La Voz El peor día de Galicia. En esa misiva se ofrecía a ayudar. «Si algo puedo hacer, si puedo llevarles algún consuelo de alguna forma...». Meses después, las víctimas le tomaron la palabra, y le pidieron que revelara el nombre del cargo de seguridad al que protestó por la peligrosidad de la curva de Angrois. Su abogado aportó el nombre en la causa judicial y es posible que sea llamado a declarar.