La trama de la ITV llegó a dar el visto bueno a coches que no se presentaron al control

a CORUÑa / LA VOZ

GALICIA

Tres empleados, varios conductores, el dueño de un taller y tres empresarios del transporte, entre los implicados

26 nov 2014 . Actualizado a las 14:01 h.

La Guardia Civil, a través de la agrupación de Tráfico, ha imputado a 20 personas, entre técnicos de las ITV, empresarios y conductores, por una supuesta trama que falsificaba los informes de las inspecciones técnicas de vehículos. Una denuncia de la propia gerencia de las estaciones alertó a los agentes de Tráfico de que se podrían estar llevando a cabo irregularidades en la estación coruñesa de Sabón, en el municipio de Arteixo.

Entre los imputados, además de los tres empleados de la ITV y los propietarios de los vehículos, también lo están el propietario de un taller mecánico y tres empresarios vinculados al transporte de mercancías. Los hechos fueron puestos en conocimiento de los juzgados de Instrucción de A Coruña.

A partir de la denuncia de la empresa, interpuesta en abril, los agentes del Grupo de Información de la Agrupación de Tráfico (GIAT) iniciaron una investigación que bautizaron con el nombre de Operación Segunda y que les permitió descubrir que algunos de los empleados de la citada estación llevaban a cabo supuestas correcciones en los informes desfavorables de otros técnicos para cambiar los historiales por otros que daban como aptos para circular a los vehículos examinados. Según la Guardia Civil, en alguna ocasión se llegó a simular el paso de automóviles por la línea de inspección sin ni siquiera haberlo hecho. Los informes de los sistemas de frenado y la emisión de gases eran los elementos más manipulados.

Tras advertir las irregularidades, los vehículos afectados, un total de 18, fueron llamados nuevamente a revisión para adjudicarles el informe de forma técnica y veraz.

Despedidos

La empresa Supervisión y Control, concesionaria del servicio de inspección técnica de vehículos en Galicia, aseguró ayer que en enero pasado decidió emprender acciones disciplinarias internas y presentar la preceptiva denuncia ante las irregularidades detectadas «no marco dos controis rutinarios que a empresa realiza de xeito regular para chequear a eficacia e a calidade do servizo». A raíz de la revisión, la firma decidió despedir a los trabajadores que presuntamente cometieron las irregularidades, informando al comité de empresa. A juicio de Supervisión y Control, que cuenta con una plantilla en Galicia de 480 personas, la detección del fraude en un proceso rutinario «pon de manifesto a eficacia e o rigor dos sistemas de seguimento e control de calidade nas máis de 1,7 millóns de inspeccións que se realizan cada ano nas 23 estacións fixas e dez móbiles coas que se dá cobertura a todo o territorio galego».