Condenado un recluso por enviar 100 cartas de amor desde la cárcel a su abogada en Vigo

E.V.PITa VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

El recluso trataba a su letrada de oficio como si fuese su novia y le mandó regalos desde prisión o la llamó al bufete pese a que ella lo ignoraba

27 nov 2014 . Actualizado a las 10:39 h.

Preso de amor. El recluso Antonio P.P. aceptó ayer una condena por conformidad en Vigo tras declararse culpable de un delito continuado de coacciones hacia su abogada de oficio, de la que desde hace año y medio se declara enamorado a pesar de no haber sido nunca correspondido. Su insistente asedio le ha costado una sentencia condenatoria.

El interno, que tenía condenas por otros delitos, declaró su amor a su letrada de Vigo en junio del 2013 y a lo largo de un año porfió en su empeño a sabiendas de que sus pretensiones tenían poco éxito. La abogada de oficio le había representado gratuitamente en un procedimiento y, a partir de entonces, el acusado cayó rendido a sus pies. El implicado estaba ingresado en la prisión de A Lama y, desde la soledad de su celda, envió alrededor de cien cartas de contenido amoroso a su letrada. Además, también le hizo llegar un regalo para intentar conquistarla. No contento, la telefoneó al bufete repetidas veces.

El implicado justificaba sus llamadas y misivas como una prueba de lo él decía que constituía una relación sentimental entre ellos. La trataba como si fuese su novia pero, según la Fiscalía, aquello solo ponía en evidencia que era un amor no correspondido, ya que la abogada nunca contestó a sus cartas ni llamadas ni dio muestras de tener ningún sentimiento hacia él.

Lo que parecía una fantasía de presidiario tomó tintes preocupantes cuando el recluso no aceptó el silencio por respuesta e incrementó el envío de mensajes. A partir de octubre del 2013, se hizo más insistente a pesar de que sabía que la destinataria de sus ardientes mensajes lo ignoraba y no quería saber nada de él.

Por ello, el preso convirtió el tono de sus misivas en mucho más agresivo y dio un paso más porque le añadió un contenido sexual. Este comportamiento se acentuó a medida que el recluso veía que se acercaba la fecha de salida del centro penitenciario, algo que puso sobre alerta a la jurista, que acudió a pedir ayuda a la Justicia.

Salida de prisión

El pasado 11 de junio, el recluso quedó en libertad, lo que inquietó sobremanera a la letrada. El acoso del preso había acabado por perturbar el ritmo y los hábitos de la profesional, que pidió al juzgado que acordase medidas contra su pretendiente.

Diez días después de que el implicado saliese de prisión, la jueza de instrucción número 3 de Vigo, Marisol López, dictó un auto de prohibición de comunicación para que él no se pudiese comunicar con su abogada durante el tiempo que durase la investigación de sus posibles coacciones hacia la profesional.

La vista por conformidad se celebró ayer en el juzgado de lo penal número 3 de Vigo y el acusado aún tenía vigente la prohibición de acercarse a la mujer. La Fiscalía pedía inicialmente dos años de prisión y un alejamiento de la víctima así como la prohibición de acercarse 500 metros a ella durante tres años.

En los pasillos, el acusado acabó por admitir su culpabilidad y negoció una salida con el fiscal a cambio de obtener una rebaja en la pena. El acuerdo le librará de volver a entrar en la cárcel aunque seguirá alejado de ella.