«Me alegro de que tengas cáncer»

Toni Silva A CORUÑA / LA VOZ

GALICIA

Una coruñesa pide una orden de alejamiento de su expareja y padre de sus hijos que la veja públicamente en la calle por su grave enfermedad

21 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Mientras el cuartel de Lonzas, en A Coruña, se revolucionaba esta semana con la sucesión de riazor blues que acudían a declarar por su implicación en la reyerta del Manzanares, una mujer atravesaba la nube de periodistas para presentar una denuncia contra su expareja, con la que tiene dos hijos. Ya hace más de siete años que no viven juntos. Incluso durante bastante tiempo él se olvidó de ella para convivir con otra mujer a la que llegó a desfigurar la cara, por lo que cumplió dos años de condena.

Pero ahora ha vuelto a cruzarse en su vida. En la calle. En el supermercado. Y esta mujer, con evidentes vestigios de sufrir cáncer (la cara hinchada por el tratamiento, un pañuelo para ocultar la falta de pelo), asegura que el padre de sus hijos se ríe de ella. «Cuánto me alegro de que tengas cáncer, no me importa lo que te pase, el tiempo pone a cada uno en su sitio», le dice junto con otras lindezas.

«Sonrisas cínicas»

Por eso el pasado jueves acudió a presentar una denuncia contra él, argumentando estas frases y sus sonrisas cínicas, y solicitar una orden de alejamiento. Porque todos estos ataques le están mermando la salud, ya muy deteriorada. La sola presencia del hombre le produce ataques de ansiedad por recordar los graves acontecimientos vividos con él, lo que le obliga a un tratamiento psicológico. Ella, que tiene 42 años, llegó a presentar una denuncia en el 2006 por graves agresiones físicas, pero finalmente acabó retirándola. Tiene la custodia de los niños y su expareja ha renunciado incluso a verlos los fines de semana que le corresponden, así como durante las vacaciones.

La pensión, con retraso

«Cuando supo que estaba enferma empezó a pasarme la pensión más tarde, juega con el límite legal y me hacía pasar apuros económicos», dice. Esta semana fue a presentar la denuncia acompañada por la presidenta de Mirabal, Ana Saavedra, una asociación que atiende a mujeres maltratadas, especialmente en la comarca de Betanzos. «Siempre hay una luz al final del túnel y se puede salir, las mujeres maltratadas somos muy desconfiadas, pero una conversación con Ana ha bastado para dar el paso. Son muchos los que me venían pidiendo que denunciase y por fin he dado un paso que no es fácil», indicó a este periódico.

En su denuncia explicó que los comentarios de alegría de él por su enfermedad se repitieron durante los tres últimos meses. Ambos viven muy cerca en un céntrico barrio de A Coruña y se encuentran con frecuencia en la calle.

«El simple hecho de verle le hace revivir todo el sufrimiento por el que pasó. Algunas amigas incluso han sido testigos de cómo cada vez que suena el timbre ella se pone muy nerviosa y se bloquea», explica la responsable de la asociación Mirabal.