«Chokón» nació en un atropello

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Perra

Una pareja coruñesa decidió adoptar a un perro tras arrollarlo con su coche en la avenida de Arteixo y quedar gravemente herido

24 ene 2015 . Actualizado a las 12:27 h.

El perro Chokón, un beagle, volvió a nacer después de ser arrollado por un automóvil y quedar gravemente herido cuando el animal saltó a la avenida de Arteixo, en A Coruña.

Además de renacer, el can volvió a tener un hogar, una familia, porque estaba abandonado y fue adoptado por la pareja que circulaba en el coche el día del accidente. «Le llamamos Chokón, ya que chocamos contra él», indicó Juan Luis, el conductor del coche que arrolló al animal.

La nueva vida de Chokón comenzó a principios del pasado mes de diciembre cuando el animal apareció de la nada delante del automóvil de Juan Luis, un vecino de la Zapateira. No pudo frenar y se llevó por delante al perro.

Juan Luis y Luciana, su pareja, primero se llevaron un gran susto, y después no lo dudaron ni un instante y llamaron a la Policía Local coruñesa, a pesar de que los daños en su automóvil tampoco eran muy importantes. «El animal sangraba mucho, recuerda el hombre. «Nos dio mucha pena, pero no teníamos ninguna intención de adoptarlo, a pesar de que tuvimos perros en casa, el último un cooker que murió y no te quedan ganas de tener otro».

Minutos después los agentes del 092 se pusieron en contacto con Servigal, la concesionaria del servicio municipal de lacería.

Los técnicos de la empresa comprobaron que el perro ni tan siquiera tenía el microchip identificativo que permitiese avisar a sus propietarios. Al mismo tiempo se trasladó al animal a una clínica veterinaria, donde el facultativo le diagnosticó una fractura en una pata y una cadera dislocada. Allí tuvo que quedar ingresado, también le practicaron una operación quirúrgica para colocarle un clavo en la pata fracturada.

Visitarlo a la perrera

Juan Luis y Luciana se enteraron por Servigal que el perro no tenía dueño, y eso les llegó al corazón. La idea de la adopción comenzó a rondarles la cabeza.

«Fuimos a verlo con regularidad», cuenta Juan Luis. Mientras tanto la intención de adoptarlo se hizo firme, «pero tuvimos que esperar por si finalmente aparecía alguien que lo reclamara», dice. Pero aquellos que algún día fueron los propietarios del can no aparecieron por ningún lado, ni nada quisieron saber de él.

«El día de Reyes nos lo autorregalamos y Chokón llegó a nuestra casa de la Zapateira». El animal se adaptó perfectamente a su nuevo hogar. «Es superagradecido, estamos encantados con él», explicó Juan Luis, que también alabó el buen trabajo que realiza Servigal: «La gente tiene muy mal concepto de lo que es una perrera. Servigal tiene a todos sus animales muy bien cuidados, y sobre todo y el amor que le ofrecen a cada uno de ellos».

Una perra, a la espera

De hecho, es la propia Servigal la que se encarga de los servicios veterinarios que aún necesita Chokón, «porque le llevamos a revisión cada dos o tres días».

Pero mientras este perro encontró casa, no tiene la misma suerte una grifona mestiza que también fue atropellada en el pasado mes de octubre casi en el mismo lugar que Chokón, «pero allí la dejaron tirada». Las lesiones la tuvieron impedida, pero ahora ya está bien. Quien le de un hogar «tampoco tendrá que pagar nada de veterinario», aseguran desde Servigal.