La demanda hotelera crece en Galicia un 59 % más que en el resto de España

M. Cheda SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La Xunta receta acabar con el localismo para lograr cinco millones de turistas anuales, tras conseguir el objetivo de los cuatro 24 meses antes de lo previsto

24 ene 2015 . Actualizado a las 10:18 h.

En una carrera de A Coruña a Vigo, cruzaría Rande cuando su rival todavía no hubiese llegado a Caldas. Así de rápido, en comparación con el entorno, está progresando la demanda hotelera en Galicia. El año pasado, según datos difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), aumentó aquí un 58,7 % más que en el global de España: 7,16 puntos porcentuales frente a 4,51. Subió en 12 meses lo que la Xunta pronosticó que tardaría 36 en ascender. Por eso, dentro de diez días, representantes de la Administración y de empresas privadas se reunirán para pactar nuevos objetivos. Buscando el consenso, elevarán al alza las previsiones oficiales de crecimiento para un sector estratégico, que soporta él solo más de una décima parte del producto interior bruto de la comunidad.

Con cifras aún provisionales en el segmento de los cámpings, las casas rurales y los apartamentos, por primera vez desde el Xacobeo 2010 la comunidad rebasó en el 2014 el listón de los cuatro millones de turistas. Pasaron por ella 4.044.296; redondeando, 260.000 más que en el 2013. Pese a no haber concluido todavía la crisis, se trata de la cuarta mejor marca dentro de toda la serie histórica del INE. «Sen dúbida, son uns números moi bos», valora la directora de la Axencia de Turismo de Galicia, Nava Castro.

Tan buenos, que a su departamento lo han cogido un poco fuera de juego. No esperaba alcanzar esos niveles de actividad hasta el 2016, de acuerdo con un plan estratégico del Gobierno autónomo que, aprobado en febrero pasado, ya se ha quedado obsoleto.

Castro no se atreve a aventurar cuándo caerá exactamente la siguiente meta, la de los cinco millones de viajeros. Pero sentencia: «Creo que seremos capaces. Estamos preparados [para conseguilo], sinceramente». Entre sus recetas para el éxito figuran incidir en la desestacionalización de las visitas y explotar mejor los mercados chino, japonés, coreano, mexicano y brasileño. Aunque, por encima de todas las demás, sobresale otra: sepultar los localismos. «Necesitamos —advierte— a colaboración de todas as cidades e provincias, para que non nos vexamos competencia entre nós. A promoción conxunta é importantísima».

Como relevante fue el bum hotelero para captar en el 2014 esos 4,04 millones de turistas. Ese tipo de negocios aportaron a la cuenta general nueve de cada diez clientes. Porque en sus habitaciones, frente a las 3.216.346 del 2012 y las 3.374.158 del 2013, se alojaron el año pasado 3.615.588 personas, con récord absoluto de extranjeras (966.078). En términos relativos, el número de huéspedes se disparó en Galicia más que en cualquiera de las restantes comunidades, excluyendo Madrid, Castilla-La Mancha y Navarra.

En los hoteles también se elevaron las tarifas, un 1,2 %, y los ingresos medios por habitación disponible, al pasar de 17,2 a 18 euros por cuarto y día. En el envés, la estancia media del viajero cayó de 2 a 1,95 jornadas y la ocupación de las camas se quedó en un pírrico 30,7 %, 24,1 puntos por debajo de lo común.