Algunos vecinos aseguran que la madre murió de pena aunque allegados dicen que llevaba días delicada de salud
29 ene 2015 . Actualizado a las 13:23 h.La tragedia se cernió el martes sobre una familia de origen asturiano que residía desde hace años en el municipio coruñés de Ares, cuando la misma mañana el destino quiso que pereciesen madre e hija. Las mujeres eran naturales de Asturias, aunque llevaban muchos años residiendo en Ares, concretamente en el lugar de Chao do Monte. Ayer los vecinos del municipio no daban crédito a la macabra casualidad de que dos miembros de una misma familia falleciesen en la misma mañana.
Los vecinos cuentan que Carmen Alonso, la hija, de 67 años, había estado enferma de cáncer, aunque había conseguido vencer la enfermedad. Ahora estaba jubilada, aunque trabajó como enfermera en el hospital Arquitecto Marcide de Ferrol. Residía en Ares desde hacía muchos años, indican allegados a la familia, con su madre, Paula Roberto de Castro, que estaba a punto de cumplir 89 años. «Eran muy queridas por todos aquí, muy buenas personas», recordaban ayer en un bar próximo a la zona donde vivían las dos mujeres.
El destino quiso que ambas murieran la misma mañana. Vecinos de la zona indicaron que Carmen sufrió una hemorragia que acabó con su vida. Y la misma mañana, su madre falleció tras varios días con la salud muy delicada y sufriendo al parecer problemas de demencia. Iba a cumplir en unos días los 89 años. Tenía otra hija que no reside en Ares.
Ambas mujeres vivían en una zona entre la localidad costera de Redes y la parroquia fenesa de Limodre. Se trata de un lugar donde la mayoría de las casas son de segunda residencia de familias que acuden a Ares los fines de semana y de veraneo.
Curiosidad en la villa
Durante el día de ayer la esquela que informaba de la muerte de una madre y su hija en Ares el mismo día desató la curiosidad entre muchos de los vecinos.
La villa aresana se vio sorprendida por la fatalidad de que dos miembros de una familia pereciesen el mismo día, y al tratarse de personas no muy conocidas más allá de las proximidades de su lugar de residencia, muchos ignoraban lo que podría haber ocurrido.
De hecho, durante todo el día ayer en la localidad se comentaron todo tipo de rumores acerca de las que en un primer momento resultaron ser unas misteriosas muertes que sobrevinieron la misma mañana del martes. Algunas de las personas consultadas aseguraron que la madre murió dos horas después que la hija al no poder sobrellevar el disgusto de la muerte. No obstante, vecinos más allegados quitaron credibilidad a esta versión.
Muchos recordaban ayer que una casualidad parecida se vivió también con la villa hace justo seis años, cuando un brote de neumonía mató durante la misma semana a tres miembros de una familia aresana muy conocida.
Incineradas
Los cuerpos de Carmen y Paula fueron trasladados al tanatorio ferrolano Artabria, donde se instaló el martes la capilla ardiente. La incineración de las dos mujeres fallecidas se realizó ayer por la mañana en el crematorio del mismo tanatorio con tres horas de diferencia.
La esquela con las muertes desató ayer la curiosidad en la localidad
La hija, de 67 años, había trabajado como enfermera en el hospital de Ferrol
Eran naturales de Asturias, aunque llevaban años residiendo en Ares