Descartan que el descuartizador matase a más de dos mujeres

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Sergio Barrenechea | EFE

La Guardia Civil Cree que Bruno Hernández, de origen gallego, mató a su inquilina y a su tía y no cometió otros asesinatos, como se pensaba

25 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La Guardia Civil descarta que el lucense detenido por la desaparición de su inquilina en Majadahonda (Madrid) sea un asesino en serie y ciñe su investigación a ese caso y al de su tía, propietaria de la vivienda y cuyo paradero se desconoce desde el 2011.

El comandante jefe de la Guardia Civil de Majadahonda, Julián Martínez, informó ayer, junto a la delegada del Gobierno en Madrid, Concepción Dancausa, y el coronel jefe de la Comandancia de Madrid, Santiago Caballero, que a Bruno Hernández, de 32 años, solo se le imputa por ahora un delito de detención ilegal relacionado con la desaparición de Adriana Giogiosa Nasini, la mujer argentina que le había alquilado el chalé de Majadahonda.

La mujer dejó de acudir al trabajo y de comunicarse con su familia a principios de abril, y el día 6 su hermano se trasladó a Madrid desde Argentina y denunció su desaparición. El día 7 se detuvo al casero, Bruno Hernández, con el que los agentes entraron en la vivienda al ver que incurría en contradicciones y que no colaboraba en la investigación.

Al detenido no se le imputa, pero se estudia si está implicado, la posible desaparición de su tía, que es la dueña del piso de Majadahonda y de la que no se sabe nada desde el año 2011, cuando según el detenido ingresó en una residencia. Por ahora no ha sido localizada en ninguna, ni en los hospitales y centros sanitarios en los que se ha buscado, ni hay certificado de defunción. Sus cuentas reflejan solo el ingreso de su pensión y el pago automático de recibos. Ella puso en venta la casa de Majadahonda hace cinco años, y aproximadamente en esa fecha cedió el usufructo a su sobrino, según un documento que ahora la Guardia Civil investiga si es real y legal.

Los investigadores creen que puede tratarse de «una desaparición no voluntaria» y no descartan que su sobrino sea el responsable por un móvil económico. En el marco de esta investigación, la Guardia Civil halló en los últimos días a las seis personas que habían residido en la vivienda de Majadahonda y descartan que a Bruno se le puedan atribuir más víctimas y sea «un asesino en serie», en palabras del mando de la Guardia Civil.

Sobre la desaparición de Adriana Giogiosa, argentina de 55 años, el comandante dijo que cada vez hay más indicios de que el casero pudo matarla, descuartizarla y dejar sus restos en la basura, aunque se continúa investigando, y buscando los restos de la mujer entre 22.000 toneladas de basura del vertedero de Pinto.

Destacó que en el piso en el que vivía la mujer se encontró una trituradora de gran tamaño con restos humanos que se ha demostrado que son de la inquilina, y que esta picadora estaba en un sótano al que solo tenía acceso, con llave, el detenido. La picadora se sigue analizando y se estudia su origen. Cuando los agentes registraron la casa el día 8 de abril, varias zonas habían sido limpiadas y pintadas, y los investigadores supieron después que el detenido acudió en al menos dos ocasiones a un centro comercial a comprar productos de limpieza y guantes.