Tras siete meses de relación por Internet, un marinero del buque escuela de la Armada pudo conocer en Veracruz a la joven que le ha robado el corazón
28 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.«No sabía que iba a venir. Fueron unos días muy bonitos». En el malecón de Veracruz (México), Elideth García apenas podía evitar que las lágrimas le asomaran al rostro. El Juan Sebastián de Elcano se difuminaba en el horizonte rumbo a Florida llevando a bordo a un marinero, Miguel López, al que, por fin, la mexicana había podido conocer personalmente tras siete meses de relación a través de las redes sociales: «No importa si es de día, de noche o de tarde, todos los días son mensajes y mensajes», reconocía Elideth al canal Más Noticias.
La veracruzana afirmaba sentir tristeza por ver partir a su amor y, por otro lado, el anhelo de volver a encontrarse dentro de unos meses delante de un altar. El militar español no solo se marchó con la promesa de regresar a esta localidad mexicana. Antes de embarcar de nuevo en el Elcano, se comprometió -anillo, incluido- con la mujer que, aparentemente, le ha robado el corazón. «Estoy contenta, pero triste porque se va hasta dentro de unos meses que venga para la boda».
Su historia de amor fue recogida estos días por distintos medios de comunicación mexicanos, caso del portal Xeu, donde Elideth relató cómo fue un amigo de Miguel, también marino de la Armada, quien los presentó por Internet. Vinieron luego meses de mensajes de ida y vuelta, fotos... Hasta que el 21 de mayo el Elcano arribó en Veracruz. Durante esta singladura, Miguel le había ido enviando imágenes de los lugar por los que el buque escuela pasaba. No le avisó hasta el último momento de que arribaba en Veracruz con la idea de que la sorpresa fuera mayor. Fue entonces cuando le envió fotos cruzando el canal de Panamá e imágenes de la Península de Yucatán.
Juntos en tierra, abrazados, la joven pudo, por fin, tocar a su amado. Durante los días en los que el buque escuela permaneció en tierras aztecas, la pareja no se separó -«desembarcó y ya pasó todo el tiempo conmigo»-. Fueron jornadas en las que, además de conocerse un poquito más, aprovecharon para iniciar los preparativos de una boda que podría celebrarse en agosto o septiembre.
La propia veracruzana confesaba a Xeu que aún no hay fecha para el enlace porque todo dependerá de las vacaciones de Miguel. Esto es, tienen que esperar a que el buque escuela haga la tradicional escala en Marín coincidiendo con la festividad del Carmen y a su retorno al puerto base de San Fernando, en Cádiz.
Por lo pronto, la pareja ya ha hablado con un sacerdote y ha pedido permiso al obispado para poder contraer matrimonio en Veracruz.
Y, como suele ocurrir en estas ocasiones, a Miguel López no le quedó más remedio que conocer a la familia de su ya prometida. Al parecer, lo recibieron con los brazos abiertos y lo despidieron con efusividad. Para decir adiós, a Elideth la acompañaban su madre, varias primas, sus hermanas y su hermano de 8 años, quienes hicieron a Miguel un último regalo antes de subirse al Elcano: «Una bolsa con panes, tamales [empanadas] y volovanes [pasteles de hojaldre] para el largo viaje a Estados Unidos».
«Ya lo conozco plenamente», aseguró la joven. No parece temer eso de un amor en cada puerto. No en vano, destacó que su prometido «dejó pagado todo, ya habló con mi familia, ya tengo el anillo de compromiso. De hecho, a eso vino el primer día, con el anillo». El marinero ya está en Pensacola, Florida.