Avalancha de peticiones de auxilio a la Guardia Civil en el Camino

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

GALICIA

Carlos Castro

Los agentes efectúan solo en Lugo más de cien intervenciones al mes

22 jun 2015 . Actualizado a las 09:11 h.

Garantizar la seguridad de los cientos de peregrinos que a diario transitan por las diferentes rutas a Compostela es uno de los objetivos de la Guardia Civil. Sin embargo ese plan supone en la provincia de Lugo, con el mayor número de kilómetros de rutas hacia Santiago, un gran esfuerzo para el Instituto Armado. Mensualmente los agentes han de realizar un mínimo de cien intervenciones y por eso han de ser destinados al camino guardias de los distintos puestos, del Seprona y también de Tráfico. La plantilla del instituto armado no aumenta, todo lo contrario, disminuye; pero la afluencia de peregrinos sube espectacularmente.

Los agentes no solo han de prestar auxilios varios, sino que se ocupan de recoger denuncias que, por momentos, son muchas. Además, es rara la semana que no reciben cuatro o cinco avisos de extravíos de peregrinos. Esta incidencia motiva un dispositivo especial porque es urgente la localización, según explicó un agente. «Lo que se trata de evitar son problemas mayores. Es necesario con urgencia determinar las causas con urgencia, conocer la última ubicación y otros aspectos. Por fortuna, solemos encontrar a quienes se pierden, aunque en invierno hay complicaciones. Lamentablemente hay casos de desaparecidos, pero por fortuna son muy pocos».

Las últimas semanas fueron complicadas en cuanto a perdidos. Hubo varios casos en el límite de la provincia de Lugo, lo que motivó la alerta de varios puestos lucenses de la ruta. Los más preocupantes fueron los de dos peregrinas, una argentina y otra inglesa, que se desorientaron, pero fueron finalmente localizadas. Por cierto que en la actualidad no hay constancia de que fuese encontrada una americana que desapareció en la zona de Astorga a principios del pasado mes de abril. Entre los últimos servicios más relevantes realizados por la Guardia Civil en la provincia de Lugo se cuentan atenciones a asaltos, ataques caninos o desorientaciones.

No sabe quien es

Un menorquín con problemas. Una patrulla tuvo que acudir días pasados a un punto del camino, pasado O Cebreiro, para prestar atención a un peregrino de Menorca. Otros caminantes avisaron de la situación a la Guardia Civil porque el hombre estaba totalmente desorientado. No sabía quién era, cómo se llamaba ni tampoco a dónde se dirigía. Hacía la ruta aprovechando que estaba de baja como consecuencia de una enfermedad que, al parecer, se le complicó. Los agentes tuvieron que trasladarlo al PAC de Sarria para que recibiera asistencia. Además, se ocuparon de localizar a sus familiares a través del teléfono móvil que portaba el peregrino.

Ataque a un sueco

Mordido por perros. Los agentes prestaron asistencia a un peregrino sueco que fue atacado por un perro en el municipio de Palas de Rei. El chucho le mordió en las dos piernas y le causó diversas heridas. Los agentes intentaron localizar al propietario del animal, pero no tuvieron éxito.

Auxilio a un italiano

En una zona sin casas. Los agentes también recibieron la pasada semana una llamada para auxiliar a un caminante italiano. El hombre se encontraba indispuesto y en malas condiciones físicas en una zona en la que no había casas. No disponía de teléfono y fueron otros caminantes los que tuvieron que ayudarle. Finalmente fue conducido por la patrulla a un centro de salud.

«Te mato y te tiro al río»

Asalto. La Guardia Civil tiene constancia de que en el tramo lucense del Camiño Francés «opera» un grupo de mujeres de nacionalidad rumana que se dedica a intentar quitarle dinero a los caminantes. Uno de los últimos episodios de estas características ocurrió en Barbadelo (Sarria). Una peregrina que iba con su cuñada fue abordada por una mujer que le pidió el dinero. Como no se lo dio, trató de arrancarle la mochila y cogerle el teléfono móvil. Debido a su resistencia, la caminante fue agredida. En un momento dado, la asaltante la agarró del pelo y le dijo: «Te mato y te tiro al río». La persona que acompañaba a la víctima trató de pedir auxilio y la agresora se dio a la fuga y se escondió por las carballeiras de la zona.

Con mucha frecuencia, los agentes reciben denuncias de la actuación de estas mujeres que tratan de sacar dinero a los caminantes. Fueron fotografiadas por algunas personas e incluso identificadas y denunciadas, pero suelen seguir con su «trabajo» al poco tiempo.