Un buque entra en cuarentena en la ría de Ares tras morir un tripulante

Carmela López
Carmela López FERROL / LA VOZ

GALICIA

Un juzgado de Vigo ordenó la medida preventiva debido a los resultados de la autopsia del fallecido, que revelaron una enfermedad contagiosa

02 ago 2015 . Actualizado a las 09:55 h.

El buque cisterna Granato, de bandera italiana, quedó fondeado a primeras horas de la noche de ayer en la ría de Ares y en situación de cuarentena como medida de seguridad tras la muerte de uno de sus tripulantes. Un juzgado de Vigo ordenó a las fuerzas de seguridad que no entrase ni saliese nadie del barco en tanto no se ordenase lo contrario.

La alerta preventiva se adoptó tras haberle practicado la autopsia al fallecido, un hombre de nacionalidad india en la ciudad olívica. Aunque los resultados no se dieron a conocer, sí ha trascendido que el deceso fue debido a una enfermedad contagiosa, motivo por el que adoptaron las medidas oportunas.

La llegada del buque a la ría aresana, en la que había otros tres barcos en espera de entrar al puerto, se produjo poco después de las nueve de la noche. El Granato quedó fondeado en medio de la ría y, cumpliendo las órdenes establecidas al respecto, de su custodia se encarga una embarcación de la Guardia Civil, mientras que varias patrullas del Cuerpo de la Benemérita lo hacen desde tierra.

Según pudo saber La Voz, estaba previsto que los agentes se fuesen turnando de forma que el control estricto de que nadie saliese ni entrase en el buque se cumpliese a rajatabla.

En principio, la vigilancia se mantendrá hasta que se conozca el resultado de las nuevas muestras que se están realizando al fallecido. Se cree que pueden ser entre 24 y 48 horas.

Tripulación

El Granato, de bandera italiana, se dirigía a la empresa Forestal del Atlántico, en la ría de Ferrol, con 15 tripulantes a bordo, de nacionalidades italiana, india y australiana. Uno de ellos falleció cuando el buque estaba en alta mar y la tripulación pidió auxilio cuando se encontraban a 65 millas de las costas del sur de Galicia. La muerte se certificó a las 21.40 horas del viernes a causa de una parada cardiorrespiratoria.

El cadáver del tripulante indio fue evacuado por el helicóptero Pesca I de la Xunta de Galicia, que lo trasladó a Vigo y allí se la practicó la autopsia por un equipo forense. Los resultados fueron comunicados a un juzgado de guardia de la ciudad, que fue el que dio las oportunas órdenes sobre las medidas a adoptar.

La Capitanía Marítima de Ferrol se movilizó de forma inmediata, dando la voz de alerta a la Guardia Civil.

Siguiendo las órdenes establecidas, una patrullera del instituto armado permaneció a la espera en el litoral de Mugardos, mientras el buque afectado seguía su ruta hacía la ría de Ares, si bien lo hacía a una velocidad muy reducida, llegando a estar parado durante bastante tiempo en alta mar a la altura del litoral de Malpica.

Según la información recogida al respecto por este periódico, el último puerto en el que había hecho escala el Granato antes de alcanzar las costas gallegas fue la localidad portuguesa de Leixoes, y con anterioridad había pasado por otros cuatro muelles europeos, entre ellos Róterdam y Amberes.

Subdelegación del Gobierno

La Subdelegación del Gobierno en la provincia de A Coruña informó a última hora de la tarde de ayer de que la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao había solicitado colaboración para evitar que el barco en el que se produjo la muerte entrase en puerto, motivo por que se movilizó al servicio marítimo de la Guardia Civil, que se encarga de custodiar el buque e impedir que alguien entre o salga del mismo.

En cuanto a las medidas sanitarias, desde la Subdelegación del Gobierno de A Coruña se indicó que se han extraído nuevas muestras al cadáver del tripulante fallecido, que ya comenzaron a ser analizadas ayer por la tarde por personal del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) ubicado en Santiago. Ayer se desconocía el plazo en el que se podrán conocer los resultados, pero se aseguró que será lo antes posible.

Mientras tanto, las medidas preventivas se mantienen, a la espera de lo que decidan las autoridades sanitarias en función de las causas de la muerte del marinero, que era el cocinero del buque cisterna y, según parece haber declarado el capitán, padecía diabetes.

Un quimiquero construido en el 2000

El buque cisterna Granato pertenece a la serie de los barcos quimiqueros y fue construido en el año 2000. En la actualidad navega bajo bandera italiana y su tripulación suele estar integrada por 15 personas. El buque tiene 121 metros de eslora y 16 de manga. Cuando surgió el suceso se dirigía a la ría de Ferrol, para cargar metanol en las instalaciones de Forestal el Atlántico, en las que se fabrican colas y resinas destinadas a la industria del tablero y de la impregnación de papel. En este complejo industrial, que cuenta con unos tanques con una capacidad de 300.000 metros cúbicos, también se suministran fuelóleos para diferentes usos a las compañías más importantes del mercado mundial.