«Aún no hemos descubierto todas las aplicaciones que tienen estos aparatos»

María cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

La formación de pilotos aumenta en Galicia como nueva salida laboral

02 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay peligro. El viento que sopla sobre la pista de aeromodelismo de Cacheiras, en el concello coruñés de Teo, es suave. Un día perfecto para dar una clase práctica a Juan Maggi y a su hijo Fermín sobre cómo manejar el dron que acaban de adquirir en Galicia. Son argentinos. Han cruzado el Atlántico para hacerse con un nuevo aparato para la consultora de ingeniería que regentan y que opera en su país, Panamá y Costa Rica. Han venido a Galicia porque, como explica Juan, «aunque en Sudamérica hay empresas que hacen drones donde también puedes aprender, no encuentras todo el nivel de excelencia que hay aquí».

El dron que han comprado en CartoGalicia, empresa que también les está dando la formación y que trabaja con el Aeroclub de Lugo (ATO autorizada por AESA para expedir los títulos de piloto), lo usarán para realizar trabajos fotogramétricos, una técnica con la que ver la geometría de los objetos a partir de una fotografía. Pero esa es solo uno de los muchos usos que tienen estos aparatos. «Todavía no hemos descubierto el techo que puede alcanzar el sector porque está en pleno desarrollo», añade este alumno.

Precisamente es eso lo que ha convertido su manejo en una nueva puerta de entrada al mercado laboral. Y es algo que comienzan a apreciar tanto las empresas homologadas para dar los cursos de formación como las operadoras. «Cuando comenzamos a dar los cursos comprobamos que la mayor parte de los que los hacían eran personas que, después de la aprobación el año pasado de la norma que regulaba su uso querían tener el carné de piloto. Ahora vemos que empieza ya a venir gente que ve ahí una salida laboral», explica Marcos López, gerente de CartoGalicia.

¿Hay bolsa de trabajo?

Algo parecido es lo que observan en Dreams Factory, una operadora con sede en Lalín que también da formación práctica en colaboración con un organismo habilitado por AESA para dar los certificados. «Nosotros somos operadores que damos la formación práctica porque tenemos los equipos adecuados, luego la ATO da la teoría y es la que puede acreditar. La pregunta que nos hacen los que vienen a hacer los cursos es ¿hay bolsa de trabajo?», explica uno de los responsables de la empresa, Jaime Pereira. En respuesta añade que «hay salida, sobre todo en sectores donde los departamentos de I+D vayan investigando nuevas aplicaciones para esos aparatos».

Entre los alumnos a los que este piloto ha dado clase hay, como dice, «muchos trabajadores de cuerpos de seguridad del Estado que llegan aquí para formarse a la espera de que en poco tiempo en sus respectivos trabajos saquen la especialidad. Justo en ese momento dispondrían ya del certificado que los habilita como pilotos para poder manejarlos».

La cuestión es que para manejar un dron hay que disponer del carné para cada modelo. No vale una misma acreditación para todos los aparatos.

el nuevo espacio aéreo