A lo largo de la última década Lugo y Ourense han acusado más el cambio
03 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Vivimos cada vez más rápido. El tiempo dedicado a preparar la comida del mediodía se ha reducido y por las noches, después de una larga jornada laboral, son cada vez menos los que se paran a hacer una cena elaborada. Eso ha provocado el cambio de hábitos alimentarios que se está experimentando en Galicia -también en el resto de España-, producto de la transformación sociológica de los últimos años. Los datos que ofrece la encuesta realizada por Sondaxe muestran como cerca de la mitad de los gallegos entrevistados confiesa haber mudado su dieta en la última década.
Resulta curioso comprobar además que donde más acusado es el fenómeno es en Lugo y Ourense. ¿Por qué? Una de las razones que pueden explicar esa diferencia con relación a A Coruña y Pontevedra puede ser el éxodo rural del campo a las cabeceras comarcales o a las ciudades experimentado en ambas provincias a lo largo de los últimos años. La desertización del campo también afecta al tipo de dieta.
Ya no se está tan pendiente de los productos de temporada para echar a la olla. Las huertas han dejado de cultivarse y la producción para autoconsumo es cada vez menor debido a que esas nuevas generaciones que han trasladado su hogar a la ciudad ya no van a la aldea a cultivar la tierra. El producto fresco se compra ahora en el supermercado. Además, pese a que aún son los frescos los que mandan en la dieta de los gallegos, la falta de tiempo hace que poco a poco se vaya recurriendo más al precocinado o a la congelación de algunos productos.
Las personas con menor poder de compra son también las que más han cambiado sus hábitos alimentarios. Un 60 %, de los preguntados por la compañía de estudios sociológicos de La Voz que gana menos de 600 euros al mes, lo han hecho.