El encarcelado por matar a su mujer en el CHUO dice no recordarlo

p. seoane OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

Los forenses proponen un estudio hospitalario para ver los efectos de un ictus

02 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Aniceto Rodríguez cumplió 76 años en el centro penitenciario de A Lama a mediados del pasado mes de agosto. Es el presunto autor de la muerte de Isabel Fuentes, su mujer, en la habitación del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), donde ella se recuperaba de una agresión anterior a martillazos. Isabel murió acuchillada el 8 de mayo. Aniceto, que días después sufrió un ictus del que se recuperó para poder ser trasladado en el mes de junio a la prisión pontevedresa, dado que esta dispone de un mejor equipamiento para atención sanitaria, ha dicho a los médicos forenses que no recuerda nada de lo ocurrido aquella madrugada en la hospital ourensano. Dice no tener conciencia de haber acuchillado a la mujer, ni tampoco haber empleado el mismo cuchillo para autolesionarse.

El dictamen del Imelga (Instituto de Medicina Legal de Galicia), incorporado a las diligencias que se siguen en un juzgado de Verín, no es concluyente, ni en esta fase supone que vaya a ser definitivo para que Aniceto llegue a ser inimputable. El sentido de este primer informe, según fuentes conocedoras del caso, se limita a determinar si se encuentra en condiciones de prestar declaración con todas las garantías. Los forenses creen que no.

La exploración de los médicos mostraría ausencia de secuelas físicas para justificar una incapacidad, pero, al mismo tiempo, no llegan al fondo sobre el impacto que puedan tener en su memoria. Aniceto Rodríguez dice no recordar lo ocurrido, aunque al parecer sus lagunas de memoria no son totales, pues sobre otros aspectos de su vida, tanto de la actualidad como del pasado, responde de forma correcta.

Informe del Imelga

El informe médico realizado por los forenses del Imelga en la cárcel de A Lama, donde se encuentra en prisión preventiva y a disposición del juzgado de Verín, será con toda probabilidad complementado por otro estudio más exhaustivo en un centro hospitalario. Para ese análisis, salvo imprevistos, aún se dejarán pasar algunos días, con el fin de que se pueda apreciar la evolución y comprobar si, a medida que pasa el tiempo, recupera memoria. Medios conocedores del caso estiman que este informe deja abierta muchas posibilidades, sin descartar que la pérdida de memoria sea efecto del ictus, del estrés postraumático o que el implicando esté transmitiendo una imagen falsa de su estado de salud.

Tiene Aniceto Rodríguez una cita el día 11 de este mes con la jueza de Verín. Se verán en las dependencias judiciales el fiscal y los abogados de las partes personadas en la causa (la familia de la víctima, la Unión de Guardias Civiles y su propia defensa). El presunto autor de la muerte de su pareja comparecerá por videoconferencia. La jueza escucha a las partes, el implicado tendrá ocasión de declarar y la instructora del caso dictará un auto, que, salvo sorpresa, prorrogará la situación de prisión provisional en la que se encuentra.

La comparecencia se convoca sin que el Consejo General del Poder Judicial haya resuelto la queja formulada por la abogada que representa a la familia de la víctima contra la jueza. Consideran que no obró con la debida diligencia en este caso y también estiman que, de haber escuchado a la Guardia Civil, se hubiera podido evitar la muerte.

La Policía Judicial de la Guardia Civil de Verín, en una diligencias ampliatorias del 27 de abril, había señalado a Aniceto como sospechoso de una agresión a Isabel Fuentes a martillazos en la noche del 1 al 2 de abril, inicialmente calificada de robo con violencia. Pedían de la jueza una orden para mantenerla protegida en el CHUO. No lo lograron y días después murió apuñalada.