El guardia agredido por el exbatería de Los Piratas declara hoy en el juzgado

l.c. llera VIGO / LA VOZ

GALICIA

El ataque se produjo «con un tenedor», sostiene el letrado de la familia del músico, que murió por el disparo de otro agente

03 sep 2015 . Actualizado a las 19:05 h.

El guardia civil que resultó herido por arma blanca en la casa de Javier Fernández, exbatería del grupo Los Piratas, en Guláns (Ponteareas), prestará hoy declaración en el juzgado de Ponteareas para aclarar cómo fue el momento en el que se produjo el disparo de su compañero. El agente tiene un parte de lesiones por una erosión y una herida sangrante para la que precisó atención sanitaria. La herida que sufrió es de poca consideración, pero su compañero pensó que Hal 9000, como se conocía al músico, amenazaba su vida y efectuó un disparo.

La jueza de instrucción número 2 de Ponteareas también ha citado hoy a declarar a dos sanitarios que se encontraban en la finca donde se produjeron los hechos el pasado miércoles. Igualmente, tendrán que testificar una vecina de la familia de Andrea Montes, la viuda del músico.

A juicio del abogado de la familia, se ha producido un conflicto «de tenedor contra pistola» ya que, según el letrado, fue este cubierto el que presuntamente usó Javier Fernández para hacer frente a la Guardia Civil. El músico se encontraba el mediodía del miércoles muy nervioso por la presencia de los agentes en su vivienda. Durante la noche se produjeron altercados que llamaron la atención de los vecinos y por la mañana una vecina avisó al servicio de emergencias 112 que movilizó a las fuerzas del orden. Según la familia, los agentes fueron advertidos de que Javier Fernández sufría un trastorno bipolar. Su mujer relató que Hal llevaba tiempo sin tomar la medicación porque su psiquiatra se la había retirado.

Uno de los sanitarios que acudió al lugar ha señalado que solo estaba él con los agentes en el interior de la vivienda cuando se produjo el disparo. La familia sostiene que hay otro testigo llamado Pablo que indicó al guardia que no montase el arma al ver que lo estaba haciendo. Según esta versión, familiares y amigos advirtieron a las fuerzas de seguridad que Javier Fernández sufría problemas y que había que tenerlo en cuenta a la hora de abordarle.